La líder opositora María Fernanda Cabal expresó su respaldo al presidente electo venezolano Edmundo González y a María Corina Machado, denunciando la ilegitimidad del régimen de Nicolás Maduro. Además, destacó la necesidad de fortalecer la seguridad en el Catatumbo mediante tecnología y presencia militar, al tiempo que instó a los colombianos a proteger la democracia en las elecciones de 2026.
Cúcuta fue el escenario escogido por la senadora María Fernanda Cabal y el expresidente Álvaro Uribe Vélez para reafirmar su compromiso con la libertad de Venezuela y su rechazo a la dictadura de Nicolás Maduro, quien asumió ayer un nuevo mandato como presidente en un acto que la oposición venezolana y la comunidad internacional han calificado como ilegítimo.
La precandidata presidencial del partido Centro Democrático estuvo acompañada por otros líderes de su colectividad en un evento cargado de simbolismo y declaraciones enérgicas contra el régimen chavista y sus implicaciones para Colombia y la región.
«Venezuela será libre de la mano de María Corina Machado»
En su intervención, la congresistas destacó la histórica relación entre Colombia y Venezuela, al tiempo que criticó los efectos devastadores del socialismo en el vecino país.
“Cúcuta es un pueblo guerrero, forjado en la dinámica de la frontera. Crecieron al lado del pueblo venezolano cuando Venezuela era próspera y rica, pero el desastre socialista arruinó sus vidas y los expulsó”, afirmó Cabal ante un nutrido público.
Recordó su labor en refugios durante la crisis humanitaria generada por los desplazamientos de colombianos y venezolanos a causa de las políticas represivas del chavismo y el madurismo.
“Aquí visitamos los refugios colombianos que quedaron sin absolutamente nada cuando les tumbaron sus casas porque se las marcaron, como en la época de los nazis. Que entendamos de una vez por todas que no hay vida sin libertad. Ser esclavo no es una opción. Dios nos hizo libres”, agregó con vehemencia.
Críticas al régimen y advertencias para Colombia
La líder opositora aprovechó el acto para trazar paralelismos entre la situación venezolana y los riesgos que, según ella, enfrenta Colombia bajo la administración del presidente Gustavo Petro.
«Hoy Venezuela es un Estado criminal, y Colombia está en riesgo. Por eso las elecciones de 2026 tenemos que cuidarlas. Mesa por mesa, que no nos roben la esperanza», instó recordando el legado de Álvaro Uribe en la recuperación de Colombia tras lo que calificó como «un Estado fallido» en 2002.
El Catatumbo como epicentro del conflicto
Durante su discurso, Cabal abordó la problemática de la inseguridad y el tráfico ilícito en el Catatumbo, una zona estratégica en la frontera colombo-venezolana.
Subrayó la necesidad de implementar tecnologías avanzadas y fortalecer la presencia de la fuerza pública para combatir las economías ilegales que dominan la región.
“Controlar el territorio es cerrar los corredores por donde la ilegalidad circula. Hoy, con drones y sistemas tecnológicos, es más factible garantizar la seguridad de una frontera porosa. No se trata de cerrar las 160 trochas, sino de tener un control efectivo con batallones y tecnología avanzada”, explicó refiriéndose a las medidas necesarias para contrarrestar el narcotráfico, la minería ilegal y el tráfico de armas.
Asimismo, destacó la importancia de devolver la honra a las fuerzas armadas, cuestionando el debilitamiento institucional que, según ella, ha propiciado el gobierno actual.
“Volvamos a que la fuerza pública recupere su dignidad. Vamos a restablecer a los mejores militares y policías que ha tenido este país y liberar al Catatumbo de las garras del terrorismo”, afirmó en clara alusión a su visión de seguridad democrática.
El expresidente Álvaro Uribe, respaldó los planteamientos de Cabal y llamó a la unidad para proteger la democracia en Colombia. Uribe destacó la importancia de la participación ciudadana en las próximas elecciones, enfatizando la necesidad de preservar los valores republicanos frente a lo que considera un avance del socialismo en la región.
Un mensaje para la región
El evento, cargado de simbolismo político, reafirmó la intención del Centro Democrático de articular una oposición frontal contra el socialismo y las políticas de Gustavo Petro, alineándose con el objetivo de restaurar la libertad en Venezuela y fortalecer la seguridad en las regiones más vulnerables de Colombia.
Cúcuta, como punto clave en la relación bilateral con Venezuela, se convirtió en el escenario ideal para proyectar el mensaje del partido: un llamado a la unidad nacional frente a los desafíos que plantea el avance del socialismo en la región.