A través de un durísimo editorial, el periódico antioqueño sentó su posición editorial en torno a las declaraciones que ha entregado a la Fiscalía el exdirector de la Unidad para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Olmedo López, y que salpican a altos funcionarios del gobierno.
El escándalo de corrupción al interior de la Unidad Para la Gestión del Riesgo de Desastres es uno de los más graves afrontados por el actual gobierno, tanto así, que dio al traste con el puesto del director de esa entidad, Olmedo López, el subdirector, Sneyder Pinilla; el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, y varios asesores de Presidencia y el Ministerio de Hacienda.
Las nuevas revelaciones hechas por Noticias Caracol no solo dejaron en la cuerda floja a Ricardo Bonilla, quien aparece en las declaraciones de Olmedo López ante investigadores de la Fiscalía y Corte Suprema de Justicia, como una de las figura claves del entramado de corrupción que viene denunciando.
Si estos movimientos acelerados por adjudicar de manera amañada los contratos, claramente son una violación a las leyes que regulan la contratación y moral pública, lo es con mucha más razón, el fin de los mismos: conseguir en comisión y plenaria los votos favorables de senadores y representantes para sacar adelante todas las iniciativas legislativas presentadas por el gobierna nacional.
Petro, quien en un principio metió las manos al fuego por López, quien figura entre las personas naturales que más dinero aportaron a su campaña, se refirió al asunto en su discurso de instalación del Congreso. El jefe de Estado pidió perdón una vez más por haberlo nombrado y se desmarcó de los actos que se vienen conociendo.
“El señor Olmedo no fue una transacción política, él viene de la izquierda desde hace décadas. Hace que tengamos que pensar que el tema de la corrupción no es un tema ideológico. La corrupción en Colombia es una cultura, pero cultura entre comillas porque no es una cultura, es una autodestrucción. No esperé de Olmedo una actitud como la que hemos encontrado. La administración está comprometida en recuperar los dineros. Que un hombre se degradé de esa manera es terrible”, dijo el presidente en uno de los apartes de su discurso.
Varios pronunciamientos en ese estilo del mandatario han generado bastante polémica en un amplio sector de la opinión y la cosa pública que le solicita asumir los costos políticos de la corrupción que protagonizan personas que lleva a administración. El diario El Colombiano se refirió a la ‘desfachatez’ de Gustavo Petro en su editorial del pasado domingo 21 de julio.
La posición editorial del diario paisa es diametralmente opuesta la intenciones del presidente, quien acorralado por la veracidad de los hechos que vienen trascendiendo a la opinión pública y salpica a altos funcionarios de su gobierno y congresistas tanto de la coalición como de oposición.
“Petro quien apareció en foto de campaña pidiendo que votaran por Olmedo, el mismo que lo nombró en la UNGRD, ahora nos viene a decir que le agradezcamos porque le quitó las manos de la masa ¡Se ven cosas!”, dice en uno de sus apartes la pieza periodística.
Más adelante, sostiene que a pesar del discurso ambiguo que viene manejando sobre las declaraciones que vienen entregando Olmedo López y Sneyder Pinilla, no hay posibilidad de que salga limpio del asunto, como pretende.
“Pero más allá de lo que el presidente afirme un día, o cambie de táctica al otro, a la hora de revisar las evidencias se podría decir que hay fuertes indicios de que Gustavo Petro es el gran responsable del descalabro. (…) Volviendo a la responsabilidad más directa de Petro, una pregunta clave es ¿cómo llegó una dependencia relativamente menor como la Ungrd a manejar una caja billonaria?”, se le en la nota.
El editorial también relata la forma cómo a través de la UNGRD se consiguió, según Olmedo López, dominar a placer los votos de los congresistas en beneficio de la agenda legislativa y política de Petro.
“No sería descabellado pensar que desde el principio Petro había puesto sus ojos en la unidad de riesgos porque esta entidad no tiene que cumplir ley de garantías y puede firmar convenios con gobernaciones y municipios vía contratación directa. La táctica de escudarse en el discurso de apoyo a los pobres y a los más desvalidos para lograr sus propósitos políticos se puso de nuevo en acción”, puntualiza el texto.
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