La líder opositora denunció la ineficacia del gobierno de Gustavo Petro en la lucha contra el hambre, destacando que el 36,5 % de los hogares colombianos enfrentan inseguridad alimentaria, la cifra más alta desde la pandemia. Criticó al Ministerio de Igualdad por no ejecutar los $270.000 millones destinados al programa «Hambre Cero», mientras la pobreza sigue aumentando en regiones vulnerables como La Guajira y Chocó.
La situación del hambre en Colombia ha alcanzado niveles alarmantes, incluso superiores a los registrados durante la pandemia de COVID-19.
La senadora María Fernanda Cabal, una de las principales voces de la oposición, denunció en sus redes sociales la falta de ejecución presupuestal en programas destinados a combatir esta crisis, como «Hambre Cero».
En un mensaje reciente, criticó al Ministerio de Igualdad, liderado por la vicepresidenta Francia Márquez, por no haber utilizado los $270.000 millones destinados a este programa, mientras el 36,5 % de los hogares colombianos pasan hambre.
La senadora expresó: “Lo peor es que Francia Márquez y su Ministerio de la Igualdad tienen un presupuesto de 270 mil millones de pesos que no han ejecutado. El 36,5% de los hogares pasan hambre, mientras la corrupción se traga el presupuesto.”
https://twitter.com/MariaFdaCabal/status/1864272327376081382
Este porcentaje, reflejado en estudios recientes, representa la cifra más alta desde la pandemia. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en 2023, Colombia fue el segundo país más pobre de América Latina, con más del 30 % de la población afectada por la pobreza, un sinónimo de inseguridad alimentaria.
Este contexto pone en duda las declaraciones del director de Prosperidad Social, Gustavo Bolívar, quien minimizó el problema al afirmar que solo siete millones de personas están afectadas, una cifra que, según expertos, no corresponde con la realidad.
Desafíos de las políticas de seguridad alimentaria
Daniel Castillo, investigador de la Universidad Nacional, ha insistido en la necesidad de un enfoque integral y transparente para combatir la crisis alimentaria. En un reciente artículo, Castillo subrayó: “En Colombia se necesita un compromiso serio y palpable para articular productiva, comercial y redistributivamente el alimento saludable, nutritivo y culturalmente apropiado en el país, para el acceso de todos”.
Este llamado es crucial, dado que en 2023 murieron 246 niños por desnutrición, un dato que resalta la urgencia de acciones concretas.
El gobierno de Gustavo Petro ha hecho énfasis en la reducción del hambre y la soberanía alimentaria, temas recurrentes en sus discursos, incluso en escenarios internacionales como el reciente G20 en Brasil.
Sin embargo, la realidad en Colombia muestra una ejecución limitada y un debilitamiento en la lucha contra la pobreza. La reducción de $400.000 millones en el presupuesto del programa «Hambre Cero» para 2025 ha encendido alarmas entre analistas y líderes sociales.
La labor de María Fernanda Cabal en pro de la seguridad alimentaria
María Fernanda Cabal, senadora del Centro Democrático, ha sido una figura clave en la denuncia de estas inconsistencias. Durante su trayectoria política, ha promovido iniciativas solidarias destinadas a apoyar a las comunidades rurales.
Un ejemplo destacado es el programa «Una Vaca por la Paz», implementado durante su gestión como presidenta de la Fundación Colombia Ganadera (FUNDAGÁN). Este programa proporcionó reses a familias campesinas afectadas por la violencia, contribuyendo a su sustento y fomentando la autosuficiencia alimentaria en zonas vulnerables.
La experiencia de Cabal en el sector agropecuario le ha permitido establecer una conexión directa con las necesidades del campo colombiano. Su crítica actual al manejo gubernamental de la crisis alimentaria surge de este conocimiento y de la preocupación por la situación en regiones como La Guajira y Chocó, donde, además de la escasez de alimentos, los habitantes enfrentan violencia y corrupción.
La líder indígena Jazmín Romero Epiayú denunció recientemente en el Congreso la falta de acceso al agua y alimentos en estas zonas, evidenciando la urgencia de una intervención eficiente.
Transparencia y rendición de cuentas
Un punto adicional que ha generado preocupación es la falta de actualización de datos sobre desnutrición por parte del Programa Mundial de Alimentos (PMA). Este organismo, que reporta información en tiempo real, no ha actualizado las cifras de Colombia desde noviembre de 2023, a diferencia de otros países de la región.
La senadora Cabal y otros líderes han cuestionado esta irregularidad, sugiriendo que podría haber falta de transparencia en el manejo de la información oficial.
El panorama actual de la seguridad alimentaria en Colombia exige respuestas inmediatas y efectivas. Las denuncias de María Fernanda Cabal sobre la ineficiencia del gobierno y la corrupción reflejan la frustración de muchos sectores frente a la falta de resultados concretos.
Mientras el 36,5 % de los hogares enfrentan hambre, la ejecución de programas destinados a combatir esta crisis sigue siendo deficiente.