El próximo viernes se llevará a cabo una nueva jornada de desalojo, sin embargo, los afectados son escépticos en cuanto al éxito de la misma. Ya interpusieron ante la Fiscalía una denuncia contra todas las personas que ocupan ilegalmente el predio.
Los tres días que van de esta segunda semana de febrero han sido bastante complicados para el sector ganadero: el lunes, se denunció la ocupación ilegal de una hacienda en Nechí, Antioquia; ayer, martes, la confirmación del secuestro de Óscar Mauricio Torres y, hoy, miércoles, se informa de una invasión en La Paz, César.
A pesar de que este último hecho se da a conocer a la opinión pública solo hasta hoy por la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), la situación irregular se viene presentando desde mediados del mes pasado.
“El 18 de enero del presente año, recibí un llamado en horas de la tarde de vecinos del sector donde se está realizando la invasión. Este proceso comenzó en un área de terreno que yo destiné para realizar una venta de lotes, al lado del predio de mayor extensión llamado La María, que hoy está siendo invadido”, narró a este medio, Edúber Torres, propietario afectado.
Caso omiso al llamado de las autoridades
Según el ganadero, desde el primer momento ha acudido a las autoridades competentes para interponer las querellas y denuncias del caso, en aras de que su bien inmueble sea restituido en el menor tiempo posible.
“Con acompañamiento de la Policía municipal y el inspector de policía nos dirigimos hasta el área afectada a comunicarles a las personas que estos predios son privados y no era correcto lo que estaban haciendo. Ellos alegaban que no tenían hogar y necesitaban un espacio para vivir. Después de las conversaciones, algunas de estas personas entendieron y se retiraron, algunas no”, explicó Torres.
Desde entonces, todos los intentos del propietario y el acompañamiento permanente de la Policía, el Ejército, inspector de policía y secretario de Gobierno municipal, han fracaso pues, aunque dicen entender que están desplegando acciones ilegales que afectan bienes privados, no desalojan la hacienda invadida.
“Me he desplazado casi a diario con el fin de hacer entender a la personas los perjuicios que me están ocasionando, […] algunas personas dicen entender y se retiran, otras siguen en su misma posición: que no tiene casa y necesitan su espacio para construir”, comentó Edúber Torres.
A renglón seguido, el preocupado empresario del campo acepta que efectivamente, hay gente que necesita tierra para trabajar y denuncia una actividad que se presenta en casi todos los eventos de ocupación ilegal en el país: “he visto algunos conocidos que no tienen estos problemas de vivienda, que se aprovechan de esta situación y quieren adquirir terrenos valiéndose del suceso aquí narrado”.
¿Quién responde por los daños?
Otra de las preocupaciones que asalta a la familia Torres, tiene que ver con los daños que las más de 500 personas que allí se encuentran de manera irregular han ocasionado a las pasturas, edificaciones, cercados. Adicionalmente, provocan situaciones donde la vida del ganadero y sus acompañantes se ha visto en peligro.
“Ya la afectación se ha incrementado y no solo ha sido la invasión del terreno, sino los daños que vienen efectuando. Son alrededor de 30 hectáreas que se han tomado, generando quemas a los pastos, que es el alimento de mi ganado, se han robado los postes y alambres utilizados para delimitar la tierra. Estamos en época de verano y en este sector hemos sido bastante golpeados por la falta de lluvia, ahora con la ardua tarea de tener que buscar comida para mis animales en otras fincas, comprar comida y todos los gastos que esto acarrea”, expuso el agroempresario, poniendo de presente un asunto por el cual nadie responde.
Finalmente, aseguró que no desistirá en su misión de recuperar de acuerdo a las normas vigentes el predio invadido, porque no está dispuesto a volver a perder los bienes adquiridos con gran sacrificio.
“Me canso yo o se cansan ellos. Que no importa Policía ni ningún medio de control, aducen que cada que lleve a la Policía ellos se retiran pero, apenas se vayan, vuelven a ingresar. Es una situación tormentosa y frustrante. Estos predios los conseguí con esfuerzo y mucho sacrificio y ver vulnerados mis derechos, por lo que tanto he trabajado es una realidad que no quiero volver a vivir. En años anteriores he sufrido este proceso varias veces, a tal punto que perdí 15 hectáreas por este mismo método”, puntualizó el afectado productor.