Gremios muestran su preocupación por los claroscuros de la reforma a la salud

A pesar del notable esfuerzo hecho en las mesas técnicas, no se pudieron resolver asuntos verdaderamente caóticos que podrían en riesgo la atención en todos sus niveles de complejidad. Además, dificultarían la financiación del nuevo sistema que se quiere implementar.

Casi al mismo tiempo que varios congresistas anunciaban al país el levantamiento de las mesas de trabajo que se venían realizando en una subcomisión de la Cámara de Representantes para discutir los temas más complejos de la reforma al salud y encontrarles una salida negociada, la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), la Asociación de Empresas Gestoras del Aseguramiento en Salud en Colombia (Gestarsalud) y la Cámara de Aseguramiento en Salud de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), hicieron público un comunicado de prensa donde daban a conocer varias inquietudes sobre el particular.

Si bien los firmantes del boletín de prensa reconocen la importancia de los tres días de discusión y los aportes que hicieron las más de 100 personas que participaron en las sesiones, advierten que en el texto final de la subcomisión, sigue habiendo situaciones bastante problemáticas que deben entrar a resolverse antes de que se apruebe el proyecto de ley.

Señalan las instituciones que puestos sobre la mesa todos los argumentos de parte y parte, estando ellos en el centro del debate, consideran que hay un número importante de vacíos en el articulado, los cuales pondrían en riesgo la atención en salud de los colombianos.

Sobre ese asunto, manifiestan que no hay claridades respecto de las responsabilidades que asumirían los nuevos y viejos actores del sistema, lo confuso que resulta la financiación del modelo propuesto y la insuficiencia del tiempo de transición para alcanzar las metas propuestas, teniendo en cuenta que el actual sistema con soles y bemoles, se construyó en un periodo de 30 años.

Acemi, Gestar Salud y la Andi, son enfáticas en que a pesar de la disposición mostrada por el gobierno y los congresistas de oposición que participaron activamente en la subcomisión, “el articulado sigue sin plantear soluciones a los principales problemas del sistema de salud que afectan a la población. No es claro quién realizará el acompañamiento del paciente, quién lo representará y quién responderá por él a lo largo del sistema”.

Aseguran también las agremiaciones, que la forma en la que están distribuidos los servicios de atención en salud del nivel más básico hasta el de más alta complejidad, afectaría duramente a los usuarios, siendo los pacientes con afectaciones crónicas o que demandan revisión médica constante los que lleven la peor parte.

Otro de los puntos críticos tiene que ver con la excesiva burocracia que propiciaría la designación de “varios responsables para los mismos procesos como es el caso de la operación de referencia y contrarreferencia”, lo cual, sin duda obligaría a los pacientes a la puesta en marcha de excesivos trámites además de solapar las responsabilidades entre instituciones.

En ese mismo sentido, llaman la atención sobre los riesgos que tendría para la efectiva prestación del servicio y asignación de citas delegar a otras instituciones las funciones que actualmente cumplen las Gestoras de Salud y Vida. Igualmente, alertan sobre los peligros que acarrearía para las gestiones relacionadas con la salud y financiación, la eliminación de sus capacidades autónomas.

Al igual que congresistas como Andrés Forero y Carolina Arbeláez, desde estas instituciones sostienen que no es viable la eliminación de las EPS, sobre todo, porque el periodo otorgado a los nuevos participantes es demasiado corto y se proyecta en todos los escenarios que no cumplan con las obligaciones asignadas de cara a la puesta en marcha del nuevo modelo.

“No se define con precisión qué actor asumirá los riesgos operativos, financieros y de salud. ¿Cómo se garantizará la suficiencia de los recursos y el cuidado del presupuesto a la salud? La transición para la transformación de las EPS hacia Gestoras de Salud y Vida no es viable en los tiempos y las condiciones que se proponen”, se lee en uno de los apartes del documento.

Yendo un poco más allá, temen que la utilización de los recursos con los que se aseguran los servicios de los usuarios para la ejecución de obras de infraestructura, provoque “tensiones en la financiación entre los servicios de salud de las personas y la necesidad de mantener financiada la red pública”.

Finalmente, insisten en la necesidad de hacer claridades respecto del costo real de la reforma, en el entendido de que no está del todo claro de donde saldrán los recursos para financiar los gastos que se crean con la puesta en marcha del nuevo sistema y la atención integral.

“Ad portas de que se inicie nuevamente el debate del proyecto de Ley en la plenaria de Cámara, hacemos un llamado a los honorables congresistas para debatir a profundidad el modelo de atención, con la mirada en el paciente, en su trasegar por el sistema, desde la solicitud de una cita médica hasta el último cuidado que requiera. Hay que simplificar ese tránsito para ellos.  La ruta debe ser clara”, puntualiza la nota de prensa.