Los llamados al orden y a la no perturbación de la propiedad privada hechos por altos funcionarios han sido desatendidos, pues, contrario a lo solicitado, las invasiones aumentaron en número y violencia en al menos ocho departamentos, poniendo en duda la capacidad del Estado para contener estas acciones.
La aparente laxitud del gobierno Petro ante las ocupaciones ilegales en el departamento de Cauca, que llevan más de seis meses y tienen en jaque al sector azucarero, parece haber envalentonado a muchas personas a lo largo y ancho del país, pues, las invasiones se han replicado con bastante fuerza en municipios del Cesar, La Guajira, Córdoba, Santander, Risaralda, Valle, Huila, Córdoba y Atlántico.
Tras la incursión del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía Nacional en tierras que permanecen en poder de indígenas del CRIC, se conoció en las últimas horas una carta donde esa organización reta la autoridad del presidente y las instituciones constituidas de Colombia.
“Nosotros y nosotras, proceso de liberación de la Madre Tierra del norte del Cauca, le mandamos a decir al gran jefe que NO vamos a desalojar, que aquí en estas tierras nos quedamos porque esta es nuestra casa para vivir y luchar”, puede leerse en la misiva que circula en varios medios y redes sociales.
Las invasiones se agudizan en el Atlántico
Hasta el mes de agosto, cuando se presentó una incursión en la Hacienda La OKA S. A. S. en Curumaní, la Costa Caribe no había presentado problemas con los invasores. Contrario a lo que pasó en el caso en comento, en el municipio de Galapa, 50 familias se asentaron en un predio y se niegan a desalojarlo, muy a pesar de las acciones que para prevenir y solucionar tales asuntos se han ejecutado por parte de la Procuraduría, Personería, Policía y Alcaldía.
Desde el Comité Intergremial del Atlántico denuncian sin más, que la invasión de predios se ha convertido en una problemática que crece desmedidamente. Hecho que generan preocupación e incertidumbre entre los distintos actores sociales: ciudadanos, gremios y autoridades, ya que las pérdidas que esta problemática ha dejado en el departamento del Cauca se estiman alrededor de los $200.000 millones de pesos.
El Comité Intergremial del Atlántico desnudó varias actividades y acciones ilegales que se propician con la invasión de tierras y cómo no solo los propietarios terminan siendo víctimas.
“Hemos coordinado con las autoridades acciones para que se combatan a las organizaciones criminales dedicadas a este delito contra la propiedad privada, que promueve la informalidad y afecta diversos sectores de la economía como a constructores, ganaderos e industriales, pero también a las familias que compran un lote para edificar una vivienda y terminan siendo víctimas de este flagelo o porque les invaden el predio o porque se los vendieron ilegalmente”, dijo Efraín Cepeda Tarud en diálogo con El Heraldo.
Aunque reconoció la labor del gobierno para atender este asunto, el dirigente gremial aseguró que, dada su complejidad, es mucho el trabajo que se debe hacer por parte de los entes competentes para tales fines.
“La invasión es un dolor de cabeza para los ciudadanos en todo el departamento del Atlántico. Desalojar un predio invadido demanda tiempo y dinero por parte de los propietarios de lotes, quienes invierten recursos en vigilancia privada y en todos los trámites relacionados con defender su propiedad privada”, expuso.
¿Bacrim detrás de las invasiones?
Si bien la Policía Metropolitana de Barranquilla no puede afirmar que grupos delincuenciales se financien por cuenta de la invasión y venta ilegal de tierras, tiene pruebas que varios de los ocupantes ilegales se presentan como miembros de estas organizaciones para ejercer intimidación al propietario. El director de la Mebar dijo recientemente que tienen información relacionada con la ejecución de estas actividades a nombre propio y no de la estructura criminal.
“Hay actores delincuenciales que han dinamizado a cuenta propia esta problemática en la ciudad y su área metropolitana: en muchos casos se han hecho pasar como miembros de grupos delictivos como manera de ejercer presión o intimidación a propietarios de predios”, añadió.
Asegura que este hecho ha ocasionado enfrentamientos al interior de dichas organizaciones, pues, según la Policía algunos miembros de estos grupos delincuenciales han utilizado estos recursos para su lucro personal, sin atender a las directrices de la banda criminal.
La Policía Metropolitana indicó también, que en Barranquilla se han registrado casos de ocupación ilegal en los barrios Carrizal, Las Américas, El Edén y en los corregimientos de La Playa y Juan Mina. En Soledad son también varias las zonas afectadas: Nueva Esperanza, Ciudad Salitre, Villa Muvdi, Cachimbero, Ciudadela Metropolitana. Y últimamente, se extendieron a Galapa y Malambo.
Los resultados de investigaciones y acciones de inteligencia, lograron determinar que en la mayoría de los casos las invasiones ocurren en horas de la noche para no causar alerta entre los propietarios y autoridades, además, que generalmente se ocupan predios que no cuentan con cerramientos y se usan extranjeros y población vulnerable para estas actividades.
“Aquí todos estamos siendo afectados: empresarios de sector industrial, constructores, comerciantes, ganaderos y muchos más que han visto esta amenaza como cada vez más crece en el departamento”, explicó Efraín Cepeda Tarud.
Finalmente, aunque el contexto indica que las invasiones terminarán con la incursión del Esmad como en el Cauca, es importante resaltar que la Procuraduría General de la Nación avanza en 10 investigaciones por robo y ocupación ilegal de tierras en el departamento del Atlántico y la capital de Bolívar.