Gobierno debería apoyar la transición energética para evitar la crisis en el sector

Las energías limpias serían determinantes para evitar racionamientos de electricidad y agua en Colombia. Sin embargo, el gobierno nacional no ha facilitado la puesta en marcha de estos proyectos.

La Contraloría le pidió al gobierno nacional que, de manera urgente, ponga en marcha un plan de choque para garantizar el suministro de energía en el país durante los próximos meses.

En este sentido, dijo la entidad, es crucial que la administración Petro promueva un marco regulatorio transitorio, excepcional, que les permita a los proyectos de generación que se encuentran listos, conectarse al sistema ya que muchos de estos no han podido hacerlo porque les falta algún trámite, como la licencia, y para obtenerla es indispensable que se adelante oportunamente la consulta previa a las comunidades, actividad que sin el apoyo del gobierno es difícil que los particulares puedan llevarla a cabo en términos razonables.

Por este motivo, la entidad de control considera que se requiere una articulación de las diversas entidades para poder sumar algunos megavatios a la oferta energética.

“Le hemos indicado al gobierno que esos proyectos de cargo por confiabilidad adjudicados en gobiernos anteriores, e incluso los que se han adjudicado recientemente, han  tenido una siniestralidad por varias razones, porque no han podido terminar algunos trámites, licencias ambientales, consultas previas y una serie de mecanismos  que han llevado a que esos proyectos, algunos de ellos casi listos, no se hayan podido vincular al sistema interconectado nacional”, precisó el vicecontralor en funciones de contralor general, Carlos Mario Zuluaga.

Cabe recordar que, recientemente, la empresa Celsia anunció que debido a todos los obstáculos que ha tenido en los trámites de licencias para poner en marcha los proyectos de energía eólica en La Guajira, puso en consideración suspenderlos y venderlos.

Energías limpias ayudarían

El funcionario dijo que los proyectos de energías limpias pueden sumar más de 2400 o 3000 megas que, aportados al sistema energético, hoy pudieran darle la tranquilidad al país de cero riesgo de apagón si llegarán a conectarse oportunamente, entendiendo, además, que es necesario establecer un mecanismo regulatorio justamente por las condiciones excepcionales que se tienen actualmente.

“Lo segundo es cómo podemos resolver desde la planeación el apalancamiento de nuevos proyectos, de nuevas inversiones públicas y privadas que permitan que el país no pierda la seguridad energética en los próximos 10 años”, agregó,

El vicecontralor indicó que Colombia tiene una demanda anual del 7 % de energía y que en los próximos cinco años se necesitaría el 35 % de toda la capacidad instalada que tiene el país. Así las cosas, si no se tienen nuevas fuentes de producción de energía y, además,  el 80 % de los proyectos que se adjudicaron por concepto de cargo por confiabilidad, que están dentro del enfoque de generación de energías limpias, terminan teniendo siniestralidad, el país estaría enfrentándose no solo al reto del fenómeno de El Niño durante este primer semestre de 2024, sino, también, estamos dejando la discusión más  gruesa y más profunda para los próximos 5 y 10 años en torno a cómo el país se ha preparado para resolver los problema de seguridad energética a futuro”.

La entidad resaltó la necesidad  de atender la crisis que pudiera avecinarse en un país donde el 65 % de la energía es producida por los embalses y recordó que desde año pasado hizo un llamado para que se anticiparan las campañas, las decisiones y las normatividades transitorias ante el riesgo que pudiera tener el país a mediados del primer semestre de año 2024 en relación a la crisis y a los racionamientos, no solamente en el suministro de agua como ya se está viendo en Bogotá, sino también en el impacto que la disponibilidad del agua puede tener en el sector energético.

Analizar el impacto económico

El vicecontralor en funciones de contralor general hizo énfasis en los billonarios ingresos que le proporciona al país la exploración y explotación de hidrocarburos y el aporte de los recursos de las regalías al presupuesto de la Nación y consideró que debería llegarse a una matriz que tenga claridad sobre el impacto que tiene este tipo de decisiones en la regla fiscal de mediano plazo, para tomar con más seriedad y rigurosidad los conceptos de transición energética. “No se trata de eliminar unas fuentes que generan riqueza e ingresos para el país, sino que también hay que medir en cada uno de los sectores cómo debe hablarse de este tema”.