Deyanira Barrero sostuvo que por la condición sanitaria superior que tiene Colombia no se podrán dar algunos aspectos comerciales con Venezuela ahora con la reapertura de la frontera.
“En el presente mes (enero) se debería estar recibiendo el informe de la auditoría que Estados Unidos realizó y lo que se pactó en la reunión de cierre de esa visita fue que después de recibir el informe van a venir seis meses adicionales en que ellos van a tener el tiempo para finalizar la llamada evaluación de riesgo”.
Así se refirió la gerente general saliente del ICA, Deyanira Barrero León, al proceso de admisibilidad de la carne colombiana al mercado de Estados Unidos. Añadió que esta evaluación ya surtió una etapa documental, la auditoría en terreno y ahora ellos finalizan el análisis en los siguientes seis meses.
“Pasado ese tiempo ellos ponen el resultado de esa evaluación en una consulta pública que está reglamentada y que tiene un término mínimo de 60 días, con lo cual se estaría hablando de ocho meses”, indicó al medio digital Contexto Ganadero.
Barrero León explicó que si no hay comentarios en contra y la evaluación pasa a la etapa final decisoria se tendría que formular bajo qué protocolos o requisitos para sanidad animal se aceptaría en un futuro el envío de la carne.
“Ese es el proceso con el ICA, pero hay que tener en cuenta que Colombia en paralelo ha venido surtiendo un proceso que está liderado por el Invima con la entidad homóloga en Estados Unidos con quienes se han enviado información y realizado el intercambio técnico”, agregó.
De acuerdo con la gerente saliente del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), para que el país pueda tener esa fase subsiguiente de que visiten las plantas de beneficio de Colombia es requisito sine qua non que primero tiene que estar aprobado el tema de sanidad animal y de aftosa, manejado por el ICA y por ellos.
Dos años o menos
Con esa aprobación ellos proceden a programar la visita de inspección a nuestras plantas de beneficio. “En un escenario exitoso, en mi opinión diría que si contamos esos ochos meses y luego otros dos que pueden durar esas decisiones políticas, estamos hablando de un año y la visita, diría que en un escenario pronto, el proceso con Estados Unidos puede tardar unos dos años más o un poquito menos”, señaló Barrero.
La experta manifestó que para que estos planes se mantengan es fundamental que no se presente ningún problema de reinfecciones o cualquier otra dificultad y por eso se debe mantener en alto todo el trabajo del programa sanitario.
Recordó que para recuperar la condición de país libre de fiebre aftosa con vacunación no se le podía vender a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) un sueño, sino mostrar una realidad y por eso después de los brotes del 2018 se debieron hacer ajustes al programa de fiebre aftosa, en particular en las zonas de frontera porque era donde estaban identificados los mayores riesgos.
“Entonces lo primero que se hizo fue una evaluación de la ubicación de los puestos de control dispuestos en todo el país, fijos y móviles, y se encontraron que había puestos que se seguían manteniendo al interior del país donde no eran necesarios. Esos puestos se movieron para reforzar los que se tenían en las zonas de frontera”, dijo.
Ganadería en zona de frontera
Aseguró que los ganaderos que están en esas zonas deben ser sujetos de verificaciones para el preembarque cuando van a llevar ganado al resto del país porque se debe corroborar que los animales están en buenas condiciones y se identifica de qué hatos provienen para dar seguridad que lo que se está moviendo cumple con lo exigido por la autoridad sanitaria.
“Eso se viene haciendo desde antes de la recuperación del estatus sanitario y los ganaderos de las zonas de frontera no tienen todavía la facultad de obtener sus guías de movilización de los animales en forma virtual por esos requerimientos adicionales”, sostuvo.
Deyanira Barrero precisó que “en el momento en que se logre tener la trazabilidad consolidada e implementada puede ser el momento para tomar decisiones de empezar a modificar algunas de esas exigencias porque va a haber un mayor grado de certeza”.
Y concluyó: por la condición que tiene Colombia tendría que haber algunos rubros de comercio que no se podrán dar con Venezuela ahora con la reapertura de la frontera “porque tenemos una condición sanitaria superior, aunque Venezuela dice que tiene una muy buena condición, pero eso habría que evaluarlo y tener la documentación”.