ONU invita a culminar la degradación de la tierra y a convertirse en sumideros de carbono

La ONU, invita a fomentar cambios en el uso de la tierra, a detener la degradación y convertirse en sumideros de carbono. La meta es restaurar 450 millones de hectáreas para el 2030 y acelerar políticas del cambio climático. Desde Colombia, Fedegán, implementa sistemas silvopastoriles intensivos con los cuales convierte a los productores ganaderos en agentes capturadores de carbono.

Foto: Fedegán

Hay indicios de que algunas importantes regiones sumideros de carbono, como la selva amazónica, se están convirtiendo en emisores netos de carbono a medida que avanza la degradación de la tierra.

Así lo anunció el más reciente informe del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), en el que precisamente hace una invitación a los agentes para que dejen de degradar la tierra y realicen los cambios en su uso para convertirse rápidamente en sumideros de carbono, es decir, en capturadores de carbono.

A este problema de la selva amazónica se unen, según el IPCC, otros dos de igual trascendencia que son:

1. Las actividades humanas influyen directamente en alrededor del 70 por ciento de la tierra libre de hielo del mundo.

2. El crecimiento de la población y el aumento del consumo de recursos están causando niveles sin precedentes de degradación de la tierra inducida por el hombre.

Técnicas de gestión sostenible

En general, las medidas para evitar, reducir y revertir la degradación de las tierras pueden proporcionar más de un tercio de la mitigación climática necesaria para mantener el calentamiento global por debajo de 2° para 2030.

De ahí que tanto el IPCC como el IPBES (Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos) a través de sus diferentes actividades hacen ver que los cambios positivos en la forma en que se usa la tierra tienen un enorme potencial para ayudar al mundo a alcanzar el cero neto.

Asimismo, que las prácticas agrícolas y de extracción de recursos deben basarse en técnicas de gestión sostenible y de restauración de tierras.

“La buena administración de la tierra es vital para la mitigación y adaptación al cambio climático”, sostiene el IPCC.

Según la Convención de Lucha Contra la Desertificación, CLD, de la ONU, el objetivo es hacer que los ecosistemas y las comunidades terrestres sean más resilientes y más capaces de adaptarse a los efectos del calentamiento global. ¿Qué quiere decir resilientes? La capacidad para recuperarse, adaptarse y superar la adversidad de manera positiva.

¿Por qué la restauración?

El IPCC enfatiza los buenos resultados que podrían lograrse al implementar acciones en favor de la restauración de la tierra. “La restauración de tierras degradadas a nivel mundial podría encerrar 3000 millones de toneladas de carbono atmosférico en el suelo cada año.

Dicha cifra, a su vez, compensaría alrededor del 10 por ciento de las emisiones anuales actuales relacionadas con la energía del mundo.

De hecho, los países de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, CNULD, ya han prometido restaurar más de 450 millones de hectáreas de tierra para 2030 de las cuales, más de 250 millones son tierras agrícolas.

La tierra sana puede proporcionar contribuciones positivas y duraderas hacia el bienestar y la sostenibilidad de la sociedad, como la seguridad alimentaria, el empleo, la reducción del riesgo de desastres, los beneficios ecológicos y la mejora de la salud pública.

¿Acelerar las políticas?

El cambio en la forma de usar la tierra en el mundo podría basarse en la aceleración de las políticas del cambio climático, incluso Sir Jim Skea, presidente del IPCC, de la ONU se encuentra presente en el simposio «Abordar la crisis climática a través de la innovación y la aceleración de políticas», en el Centro de Conferencias Queen Elizabeth II de Londres, que cuenta con una amplia presencia de expertos internacionales.

Caso Colombia

La Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, lidera la transición de una ganadería convencional a una ganadería cada vez más sostenible en los diferentes ecosistemas donde se ubica esta importante actividad en Colombia, la cual se centra específicamente en el respeto a la naturaleza, el equilibrio ecosistémico que permita un mejor ingreso de las familias productoras y bienestar social y que genere un creciente interés de la actividad de los jóvenes y sus familias.

“En los últimos 20 años, el gremio cúpula de este sector de la economía del país, ha desarrollado e implementado el proyecto Ganadería Colombiana Sostenible (GCS) que se basa primordialmente en instaurar sistemas silvopastoriles intensivos”, manifestó, Manuel Gómez director de GCS de Fedegán.

En ese sentido también ha realizado investigación aplicada en las áreas en conservación, adaptación, restauración y regeneración ecológica y agroecológica -pasiva y activa- teniendo en cuenta las condiciones agroecológicas de los paisajes ganaderos.

Para ejecutar el proyecto GCS el gremio logró realizar la alianza institucional supervisada por el Banco Mundial entre Fedegán, el Fondo para el Medio Ambiente Global–GEF, el Gobierno del Reino Unido, The Nature Conservancy –TNC, Fundación Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria–CIPAV y el Fondo para la Acción Ambiental–FA.

Alianza con la que logró la implementación de sistemas sostenibles en 160.000 hectáreas con cerca de 40.000 hectáreas en silvopastoriles, particularmente, en 4100 fincas de 12 departamentos del país, dejando cerca de 25.000 personas fortalecidas hacía prácticas de ganadería sostenible 50 fincas demostrativas y mejora en el ingreso y bienestar de las familias participantes con buenas prácticas ganaderas y generación de bienestar de la población animal.

“Los sistemas silvopastoriles intensivos tienen la fortaleza de convertir, gradualmente, a los productores de ganadería bovina en Colombia, en agentes carbono positivos, es decir, en limpiadores del medio ambiente y en perennes capturadores de carbono”, puntualizó Manuel Gómez de Fedegán.