El proceso, seguido por millones de personas en todo el mundo, concluyó tras dos días de deliberaciones en los que participaron 133 cardenales de 70 países. El nombre del nuevo pontífice será anunciado oficialmente en las próximas horas desde el balcón central de la Basílica de San Pedro.
La Plaza de San Pedro se llenó de fieles y turistas que aguardaban el desenlace del cónclave, iniciado el 7 de mayo: los cardenales electores se pusieron de acuerdo más rápido de lo esperado.
Según datos oficiales del Vaticano, la elección requirió cuatro rondas de votación, alcanzando el mínimo necesario de dos tercios del Colegio Cardenalicio, es decir, 89 votos. El cónclave se realizó bajo estrictas medidas de seguridad y confidencialidad, siguiendo la tradición establecida desde el siglo XIII.
El proceso de selección se activó tras el fallecimiento del papa Francisco el pasado 21 de abril. Durante el cónclave, los cardenales permanecieron aislados y sin contacto con el exterior, dedicados a la oración y la deliberación. El Vaticano informó que la elección fue precedida por misas y reuniones preparatorias en las que se discutieron los principales retos de la Iglesia.
Dominique Mambert, cardenal protodiácono será el encargado de anunciar el resultado con la tradicional fórmula “Habemus Papam”. Posteriormente, el nuevo Papa aparecerá en el balcón para impartir su primera bendición “urbi et orbi”.
Medios internacionales y agencias de noticias han destacado la diversidad geográfica y generacional del Colegio Cardenalicio en esta elección. La ceremonia será transmitida en directo y se espera la asistencia de delegaciones diplomáticas, representantes de otras religiones y miles de fieles.
Finalmente, dada la importancia del evento y la afluencia de personas, el Vaticano ha dispuesto un operativo especial para garantizar la seguridad y el orden en la plaza y sus alrededores durante el evento.
