El mensaje del presidente estadounidense Donald Trump, en el que acusó a Gustavo Petro de liderar el narcotráfico y anunció el fin de la cooperación con Colombia, desató una tormenta política. Desde la oposición, la precandidata presidencial María Fernanda Cabal lideró las críticas, mientras sectores empresariales y diplomáticos pidieron prudencia y diálogo institucional.
Las duras declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, contra su homólogo colombiano, Gustavo Petro, provocaron una ola de reacciones en el país.
Trump calificó a Petro como “líder del narcotráfico” y anunció la suspensión inmediata de los subsidios y pagos de cooperación hacia Colombia, advirtiendo que, si el mandatario no “cierra los campos de la muerte”, Estados Unidos “lo hará por él”.
El mensaje, de tono abiertamente amenazante encendió el debate político.
Desde la oposición, la senadora y precandidata María Fernanda Cabal fue una de las primeras en pronunciarse, asegurando que “Petro no representa a Colombia, sino a los intereses de quienes se han lucrado del narcotráfico en estos tres años”.
La congresista advirtió que romper la alianza con Estados Unidos “debilita al sector privado, a los gobiernos regionales y al acceso a los mercados financieros”, y llamó a “cerrar filas frente a un proyecto que busca fracturar la democracia para perpetuarse en el poder”.
Por su parte, la presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), María Claudia Lacouture, pidió evitar la confrontación y mantener el respeto institucional entre ambos países.
“La diplomacia es el mejor camino; los llamados a la confrontación solo elevan la tensión y ponen en riesgo la economía y el empleo”, afirmó.
En la misma línea, el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, y el gremio empresarial colombiano emitieron un comunicado en el que llamaron a “activar los canales diplomáticos” y evitar que las relaciones internacionales “se manejen a través de redes sociales”.
La asociación subrayó la importancia de retomar un diálogo “serio, maduro y sereno” con Estados Unidos, un aliado histórico de Colombia.
Otras figuras políticas también reaccionaron con dureza.
El representante Hernán Cadavid sostuvo que “Petro busca victimizarse frente a EE. UU. como estrategia electoral”, mientras que el concejal Daniel Briceño acusó al Pacto Histórico de “aislar al país del mundo con tal de mantener el poder”.
La excandidata presidencial Íngrid Betancourt fue más lejos, afirmando que “Petro es un líder al servicio del narcotráfico” y acusándolo de diseñar una política que “protege a narcos y paraliza a la fuerza pública”.
El Partido Cambio Radical advirtió que la crisis con Washington podría tener consecuencias graves.
“Petro empuja a Colombia a una ruptura con EE. UU. —Trump y eso nos afectará a todos—. Ya fuimos descertificados en la lucha antidrogas y ahora se anuncian recortes de ayuda”, señaló la colectividad, que insistió en la necesidad de rectificar el rumbo diplomático.



