Un nuevo informe señala que los alimentos de origen animal terrestre aportan nutrientes esenciales para la salud, especialmente en determinadas etapas de la vida.
La carne y la leche son fuentes de nutrientes esenciales que no pueden obtenerse de igual forma mediante el consumo de alimentos de origen vegetal. Esta aseveración fue hecha en un informe que recientemente publicó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que incluye al huevo en este listado de alimentos benéficos.
De acuerdo con la FAO, este documento es el resultado del análisis más completo realizado hasta la fecha sobre los beneficios y riesgos del consumo de alimentos de origen animal, y para su redacción fueron consultados datos y evidencias de más de 500 artículos científicos y unos 250 documentos normativos.
En etapas claves
Según el estudio, denominado ‘Contribución de los alimentos de origen animal terrestre a una dieta sana para mejorar la nutrición y la salud’, estos alimentos son “especialmente importantes” durante etapas fundamentales de la vida como el embarazo y la lactancia, la infancia, la adolescencia y la tercera edad.
La carne, la leche y los huevos, detalla el informe, aportan una serie de nutrientes importantes, como proteínas, grasas, hidratos de carbono, los cuales “no se obtienen fácilmente de alimentos de origen vegetal en la calidad y cantidad necesarias”.
Además, los alimentos de origen animal terrestre proporcionan proteínas de alta calidad, diversos ácidos grasos esenciales, hierro, calcio, zinc, selenio, vitamina A, vitamina B12, colina y compuestos bioactivos como carnitina, creatina y taurina. Además, desempeñan una función importante para la salud y el desarrollo.
Ganadería y metas de nutrición
“Las especies y razas ganaderas contribuyen a una alimentación sana, sobre todo en zonas poco o nada aptas para la producción agrícola”, afirmaron María Helena Semedo, directora general adjunta de la FAO, y Máximo Torero Cullen, economista jefe de la Organización en el prólogo del informe.
El estudio también concluyó que, si se consumen como parte de una dieta balanceada, los alimentos de origen animal pueden ayudar a alcanzar las metas de nutrición aprobadas por la Asamblea Mundial de la Salud y los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la reducción del retraso del crecimiento, la emaciación en niños menores de cinco años, el bajo peso al nacer, la anemia en mujeres en edad reproductiva, y la obesidad y las enfermedades no transmisibles en adultos.
Sin riesgos
El informe indica que el consumo de carne roja no procesada en cantidades moderadas (entre 9 y 71 g al día) puede entrañar un riesgo mínimo, pero se considera seguro en cuanto a su incidencia en la aparición de enfermedades crónicas.
Mientras tanto, no hay evidencias concluyentes de la relación entre el consumo de leche en adultos sanos y enfermedades como las cardiopatías coronarias, los accidentes cerebrovasculares y la hipertensión.
Tampoco existen evidencias significativas del vínculo entre el consumo de huevos y aves de corral y dichas enfermedades.