De acuerdo con el reconocido consultor mexicano, el éxito del programa depende casi exclusivamente de tres elementos: las dinámicas implementadas para la conservación de los suelos, el control sobre el ganado y la capacidad de análisis y observación del empresario sobre sus terrenos.
Uno de los mitos que ha imperado en el ideario de activistas ambientales que no conocen el sector agropecuario, tiene que ver con el daño que supuestamente producen al medio ambiente todas las dinámicas asociadas a la ganadería. Sin embargo, también son muchos los programas desarrollados por especialistas en la materia que vienen con bastante fuerza impactando positivamente los espacios donde están siendo implementados.
Alejandro Carrillo, presidente de Pasticultores del Desierto AC y tal vez el más importante consultor internacional en manejo holístico del pastoreo, formas regenerativas y rentables de ganadería en sincronía con la naturaleza, estuvo hace pocos días en Colombia participando en ExpoAgrofuturo dando detalles de los éxitos obtenidos en los proyectos de conservación de suelos y biodiversidad en su hacienda, donde ponen en práctica novedosas técnicas.
Desde hace más de 10 años este mexicano ha estado en su hacienda perfeccionando la Ganadería Restaurativa, un modelo de gestión de los terrenos que permite a los ganaderos tener siempre alimento a disposición para sus animales, básicamente siguiendo las pautas que el mismo terreno va indicando.
“En pocas palabras la ganadería regenerativa es tratar de imitar lo que hace la naturaleza, trabajar con la naturaleza, dejar de pelearnos con la naturaleza ¿cómo puedo yo tener una ganadería que imite naturaleza? Tengo que tener diversidad, tengo que tener los suelos cubiertos, tengo que integrar a los animales, tengo que tener raíces vivas y sobre todo trabajar en la microbiología”, explicó.
De acuerdo con su experiencia, Carrillo afirma que se ha hecho siempre una lectura herrada sobre el papel que los bovinos pueden jugar en la calidad de la tierra y su conservación. “Lo que llamamos impacto animal, [es en este caso positivo, porque] la vaca, recuerda que tiene ocho herramientas para ayudarnos a regenerar el suelo, y esas herramientas son: las cuatro pezuñas, la bosta o estiércol, el efecto saliva y es el hecho de respirar la vaca que le mete dióxido de carbono a las plantas”, dijo el presidente de Pasticultores del Desierto AC.
Carrillo aseguró a este respecto, que el éxito del programa depende en gran medida de la variedad de especies de pastos que tenga el animal para su alimentación, el tiempo de alimentación y descanso adecuado de los suelos. Los movimientos frecuentes de los animales de potrero, se hace con el fin de “promover la diversidad, porque si nada más estamos trabajando para dos o tres pastos, entonces movemos las vacas por dos o tres pastos, por eso alargamos los tiempos de descanso para darle oportunidad a otras plantas, para que la vaca tenga una mejor nutrición”, expuso Alejandro Carrillo.
A renglón seguido, explicó que los ganaderos siguen siendo más bien tímidos y reacios a cambiar los sistemas tradicionales de gestión de suelos y animales, lo que ha impedido a todas luces el avance del sector en ese sentido. “Yo creo que en la mayoría de la ganadería nos falta experimentar más, no podemos decir, por ejemplo yo que estoy en un desierto en el norte de México, nosotros dejamos un año de descanso, porque la lluvia cae solamente tres meses y no más nos caen 250 milímetros y con eso le damos oportunidad a todas las plantas de expresarse, le damos la oportunidad a las plantas de tirar a semilla y después llegamos”, comentó.
Sobre este punto particular, el connotado especialista indicó que para lograr que el terreno se recupere de acuerdo a los planes del programa, también es necesario implementar un mecanismo de protección de los suelos, que implica entre otras cosas, tener cierto control sobre el ganado y sus tiempos de alimentación en determinados espacios de la hacienda.
“Para imitar la naturaleza, como el suelo ya está degradado, desnudo, las plantas están enfermas, entonces ahí lo que procede es hacer las menos manadas que se pueda, impactar y poco a poco ir migrando de un solo desnudo hasta que llegas a un punto en el que ya tienes muchas plantas verdes, variedad de especies, y que te van a ayudar en la rentabilidad de tu finca, a capturar más agua, tener plantas todo el año también te mejora la capacidad de infiltración de tu suelo y obviamente es también un beneficio no solo para el ganadero sino para la comunidad y el ecosistema, la flora y la fauna”, señaló el experto.
Al ser consultado por las recetas o estudios científicos más apropiados para conseguir en el hato colombiano los éxitos por él alcanzados en este sentido, es enfático en la importancia del sentido común y la capacidad del ganadero para entender las dinámicas de sus terrenos. “No es de fórmulas, en este manejo es mucha la observación de cómo va tu finca, si estás teniendo más diversidad, siendo invadido por leñosas, todo estos es bien dinámico, todos los días está cambiando, tienes que empezar a ver los indicadores de cuál es el resultado de tu manejo, si vas para adelante o si vas para atrás”, advirtió Carrillo.
Finalmente, indicó que a pesar que hay muchas herramientas en el internet donde se puede conseguir este tipo de información, hay bastante reticencia a la implementación de estos mecanismos porque no se conocen a profundidad sus principios básicos ni los beneficios reales no solo a la hacienda ganadera sino al ecosistema en general.
“La educación es la base de todo, Tenemos que educarnos de qué se trata la ganadería regenerativa, cuáles son los principios que obviamente son de tener mayores cargas instantáneas, o sea más vacas por hectárea y moverlas más seguido”, puntualizó Alejandro Carrillo.