Según el doctor en criminología de la Universidad de Illinois, Jorge Mantilla, el silencio de Gustavo Petro a este respecto puede radicar en el respaldo que Nicolás Maduro ha ofrecido al proceso de paz con esa organización al margen de la ley.
La suspensión de los diálogos de paz entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), es sin duda un duro revés para Gustavo Petro, quien desde la campaña presidencial se jugó gran parte de su capital político en un proyecto encaminado a desescalar el conflicto en el país.
A juicio de un amplio sector de la opinión pública, la decisión de Petro llega tarde, pues, durante los más de dos años que se mantuvo activa la mesa, esa organización al margen de la ley no dio una prueba contundente de querer alcanzar la paz.
José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) y miembro del equipo negociador del gobierno con esa guerrilla, ha venido cuestionando la actitud más bien negativa del ELN en el marco del proceso y denunciando la reestructuración militar, territorial y económica a través del narcotráfico, valiéndose de la inactividad de las Fuerzas Armadas en los ceses al fuego decretados por el Ejecutivo.
El dirigente gremial también aseguró que la presencia de milicianos del ELN en la frontera no era un asunto casual, sino, una estrategia para evitar ser detectados por las operaciones militares, cruzando a suelo venezolano cuando sea conveniente.
Las afirmaciones hechas por Lafaurie a mediados de octubre del año pasado, fueron confirmadas por Jorge Mantilla, consultor en temas de crimen, seguridad y conflicto colombiano.
Según el doctor en criminología de la Universidad de Illinois, “El ELN se transformó en la última década en un ejército binacional. [Y] entre más lejos esté el gobierno de Colombia, ya sea de Iván Duque, de Petro o el siguiente, de tener buenas relaciones con la Venezuela de Maduro, más cerca estará Venezuela del ELN y el ELN de Venezuela”.
Mantilla, quien tiene una amplia experiencia en las dinámicas del conflicto armado interno, confirma que la guerrilla colombiana viene prestando asistencia militar al régimen de Nicolás Maduro. “Hay una relación de interdependencia y el ELN es un instrumento de poder clarísimo de Venezuela para influenciar en Colombia”, anotó el consultor.
Yendo más allá, el analista fue enfático en que la actitud pasiva del gobierno de Gustavo Petro en ese sentido obedece al papel preponderante que el régimen de Nicolás Maduro ha desarrollado en el proyecto de ‘Paz Total’.
“Los grupos armados están cada vez más fragmentados”
Durante la extensa entrevista concedida recientemente a la BBC de Londres, Jorge mantilla también aborda las posibles causas de la crisis que hoy se vive en la región del Catatumbo, la cual, según entidades oficiales, a fecha de hoy, deja más de 45.000 desplazados y un centenar de muertos.
“La fortaleza militar del ELN, su pivote geográfico, es la frontera con Venezuela, más allá de otras estructuras regadas por el país. Es difícil decir que lo del Catatumbo fue una orden desde Venezuela, pero sí que es una apuesta del ELN por posicionarse en toda la frontera, coparla, asumir una posición más agresiva y beligerante y, de alguna manera también, recordar que cualquiera que sea el desenlace en los diálogos de paz con el ELN, esa conversación pasa por Venezuela”, explicó el criminólogo.
Nicolás Maduro pareció confirmar esa apreciación hace unos días, cuando informó en una alocución sobre las labores que actualmente desempeña el segundo al mando en el régimen venezolano.
“Diosdado que se encuentra en frente de todos estos procedimientos, está por allá apoyando al pueblo de Colombia en el Catatumbo, pero está en tiempo real informándome de todo”, aseguró Nicolás Maduro, al tiempo que habitantes de Cúcuta denunciaran la presencia de aviones de guerra del vecino país sobrevolando espacio aéreo nacional.
Finalmente, concluyó que, si bien la intensidad de la violencia viene afectando a varias zonas del país al mismo tiempo, pone en duda que sea una suerte de sabotaje a la ‘Paz Total’ y al gobierno.
“No creo que esto sea algo coordinado a nivel nacional, sino más bien un efecto dominó de varias dinámicas territoriales, una especie de implosión en las estrategias de apaciguamiento que había conseguido instalar el proyecto de paz total en ciertos territorios. Los grupos armados están cada vez más fragmentados en Colombia e inmersos en varias disputas locales”, puntualizó Jorge Mantilla.
Vea entrevista completa aquí: https://acortar.link/YHIZRd