Exigen investigación inmediata por envenenamiento de cinco niños del pueblo Yukpa en Cesar

Líderes de la comunidad y familiares de los menores aseguran que se trató de un crimen.

La Defensoría del Pueblo le pidió a la Fiscalía que actúe con prontitud en el caso del fallecimiento de cinco niños indígenas del pueblo Yukpa, en zona rural de Agustín Codazzi (Cesar), por el consumo de una fruta silvestre envenenada.

“Requerimos su pronta actuación, máxime que se trata de integrantes de una misma familia. Establecer con celeridad las circunstancias de lo sucedido es clave para garantizar los derechos a la justicia, la vida, la integridad cultural, la permanencia y pervivencia cultural del pueblo indígena, en este caso, del pueblo Yukpa”, manifestó Carlos Camargo Assis, defensor del Pueblo.

De acuerdo con el funcionario, los hechos reportados en el resguardo tienen un impacto individual con efectos colectivos, teniendo en cuenta que, para los yukpas, los menores de edad cumplen un rol importante en la reproducción de la cultura; por lo tanto, circunstancias como las que ahora mismo afrontan, afectan su equilibrio y armonía.

«Cabe resaltar que el pueblo indígena Yukpa, ubicado en la Serranía del Perijá, es uno de los últimos pueblos nómadas, seminómadas y agricultores itinerantes, como también, ha sido declarado en riesgo de exterminio físico y cultural por la Corte Constitucional, por lo cual es imperativo velar por su protección y la garantía de sus derechos», aseguró Camargo Assis.

Para el funcionario, es primordial tener en cuenta la corresponsabilidad del Estado, la sociedad y la familia en la protección de la niñez y adolescencia del país. “Siempre deben estar vigilantes de posibles situaciones de riesgo en las que puedan estar, es un deber fundamental consagrado en la Constitución Política”.

Envenenados

El pasado 25 de marzo la tragedia llegó al asentamiento indígena Yukpa, jurisdicción de Codazzi (Cesar), cuando cinco hermanos murieron. Al parecer, el deceso de los menores se debió a una intoxicación alimentaria por el consumo de un fruto local, el cual es de alta toxicidad y cuyo consumo está prohibido dentro de la comunidad. No obstante, líderes de la comunidad y familiares de las víctimas consideran que no fue un accidente, sino un crimen.

“Luego de llegar a la zona y verificar la escena, podemos decir que estos niños indígenas no murieron por algún accidente, algo les hicieron y muestra de ello, es que Cristina, la niña de 15 años, aparece con una herida en el cráneo y con sus vestidos rasgados. Fue un crimen contra estos niños, no es cierto que hayan consumido corozo, ya que los indígenas yukpa son cazadores, recolectores y saben muy bien lo que pueden comer de la naturaleza. Alguien los obligó a comer algo y posteriormente fallecieron”, aseguró Eduard Álvarez, defensor y asesor del pueblo Yukpa.