Estados Unidos sigue siendo el principal destino, pero crecen las ventas hacia Canadá y Países Bajos

La reconfiguración de destinos comerciales refleja una tendencia geoeconómica más amplia. Colombia consolida su relación con América del Norte y Europa, mientras reduce su dependencia de Asia. Las ventas de oro, aceite de palma y banano fortalecieron los vínculos con Canadá y Países Bajos, en contraste con la caída de exportaciones hacia China.

El comercio exterior colombiano atraviesa una etapa de reconfiguración. De acuerdo con el más reciente boletín del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), las exportaciones del país alcanzaron US$3.842 millones FOB en agosto, una cifra estable frente al año anterior, pero con transformaciones profundas en la composición de los destinos y los productos que sostienen las ventas externas.

Estados Unidos continúa liderando como principal socio comercial, con el 30,3% de participación, aunque sus compras se redujeron 13,7% en comparación con 2024. En paralelo, Canadá y Países Bajos escalaron posiciones con crecimientos del 140% y 72%, impulsados por mayores envíos de oro no monetario, aceite de palma y café, bienes que ganan espacio frente a los combustibles tradicionales.

Mientras el mercado norteamericano ajusta su demanda, la caída de las exportaciones a China —que se contrajeron 42% por el desplome del 90,9% en las ventas de hulla térmica— confirma el impacto de la transición energética global sobre el carbón colombiano. En contraste, los países europeos y del norte del continente refuerzan su papel como nuevos anclajes del comercio colombiano.

Durante los primeros ocho meses de 2025, las exportaciones acumuladas sumaron US$32.659 millones FOB, un descenso leve del 1,8% frente al mismo periodo del año pasado. A pesar del retroceso, la estructura del comercio exterior muestra señales de resiliencia: los productos agroindustriales y mineros no energéticos ya concentran el eje más estable de la oferta nacional.

La diversificación de mercados también ha permitido mitigar la volatilidad de precios en el sector extractivo. Los aumentos en las ventas de aceite de palma (+110%), banano (+98%) y oro no monetario (+25%) compensaron parcialmente la caída de hidrocarburos y manufacturas.

Desde el Ministerio de Comercio, se destaca que la expansión hacia nuevos destinos refleja los resultados de la política de diplomacia económica y los acuerdos de exportación sostenible. “Fortalecer los lazos con mercados exigentes en valor agregado y trazabilidad es el camino para consolidar una oferta más competitiva y menos dependiente del crudo”, señaló un vocero de la cartera.

El informe del DANE concluye que el cambio de orientación exportadora se apoya en dos pilares: la agroindustria y los bienes mineros no energéticos, sectores que hoy garantizan estabilidad y posicionan a Colombia en una ruta de crecimiento más diversificada.