Escasez de insumos y especulación: problemas que enfrentan ganaderos de Nariño y Putumayo

La situación de pequeños productores agropecuarios y lecheros sigue empeorando por cuenta de la poca efectividad que han tenido las rutas alternas habilitadas y las restricciones al tráfico de vehículos pesados por las mismas, mientras que las soluciones definitivas están proyectadas a cuatro o seis meses.

Después de una semana del derrumbe en la vía Panamericana que sepultó dos veredas del municipio de Rosas, en el departamento del Cauca y destruyó por completo un gran tamo de la calzada en ese sector, habitantes, empresarios, agricultores, comerciantes y demás actores económicos de Nariño y Putumayo empiezan a sufrir en sus bolsillos los traumatismos que este suceso ha ocasionado al transporte de carga y pasajeros.

Aunque el Gobierno Nacional ha mostrado buena disposición para evitar una crisis humanitaria, es muy poco el impacto que sobre esta difícil situación han tenido las alternativas propuestas, pues, además de las escasez de insumos para la agricultura y el comercio, todos los actores productivos empiezan a ser víctimas de la especulación de precios y el acaparamiento de bienes necesarios para el normal desarrollo de las actividades económicas.

“Con respecto al problema de Nariño, el asunto es bastante caótico, porque la vía Panamericana es la única conexión que tiene Nariño con el resto del país, ya que las otras vías son trochas que no permiten flujo de tracto camiones. Acá en Nariño estamos fregados como se dice, porque no solo está afectado el sector ganadero sino que absolutamente todos los sectores”, comentó Álvaro Hernán Arturo Chávez, coordinador de Fedegán en Nariño.

La situación no tiene soluciones a la vista de acuerdo a las explicaciones que sobre el particular se han dado desde el Instituto Nacional de Vías (Invías), entidad que en varias mesas técnicas con los actores económicos y autoridades administrativas ha dicho que la reconstrucción del tramo que se cayó puede tardar de cuatro a seis meses, además, la rutas alternas que se han habilitado tienen tráfico restringido para vehículos de carga.

“El arreglo de la Panamericana no es a corto plazo y eso es preocupante. Las vías alternas son Pasto-Mocoa, pero esta vía no acepta paso de tracto camiones y la otra vía alterna es por La sierra: uno llega hasta El Bordo, Cauca y ahí en el sector de Piedra Sentada se desvía por una trocha también, un camino veredal que cae al municipio de La Sierra y de ahí se conecta con Rosas y vuelve a salir a Rosas posterior al derrumbe, pero esta vía solo acepta camiones de 10 toneladas”, explicó Álvaro Hernán Arturo.

Falta de vías empieza a generar escasez en Nariño y Putumayo

Tal y como ocurre siempre que fallan las vías por cuenta de los fenómenos naturales o las alteraciones de orden público bastante frecuentes por cuenta del inconformismo de algunas agrupaciones indígenas de la zona, en varios municipios de Nariño y el Alto Putumayo empiezan a escasear los alimentos e insumos para la producción agropecuaria y el normal desarrollo de las actividades diarias.

“No hay concentrado, se terminó y la gente como ya está alertada lo primero que hace es correr donde el que le provee, se baja 7 o 10 bultos y los guarda. Maíz no hay y el tema es a qué precio vendrán los insumos. Estamos esperando que ojalá haya una solución pronta a esto, he escuchado que iban a traer mercancía hasta Mocoa pero oficialmente no he visto y la gente especula”, dijo José Luis Suárez, líder ganadero y exalcalde de San Francisco, Putumayo, municipio ubicado en el Valle de Sibundoy, también afectado duramente por el derrumbe.

En Pasto y municipios de Nariño la situación es similar: varios medios de comunicaciones regionales y nacionales empiezan a reportar largas colas en bombas de gasolina, almacenes de provisiones y hasta tiendas de barrio. “Hoy por hoy la mayoría de estaciones de servicio no tienen gasolina, y en las que hay se imaginará las colas y así pasa con todo, no hay gas. Ayer salí corriendo a comprar una estufa de luz porque se acaba el gas y al menos para poder cocinar, ya están agotados completamente algunos productos y ya se empiezan a encarecer la vida”, expuso el coordinador de Fedegán en Nariño.

Ganaderos y agricultores, los más afectados

La otra cara fea de la moneda la ven ahora los agricultores y pequeños ganaderos que no tienen forma de sacar por carretera toda la producción de sus parcelas y fincas, estimada en un poco más de un millón de litros de leche al día, de los cuales más o menos un 30% en condiciones normales de tráfico sale hacia otros departamentos.

“Con respecto a la leche todo el departamento de Nariño produce 1’250.000 litros de leche al día, de esa más o menos de 350.000 a 400.000 litros de leche salen del departamento para el norte el Cauca, para el Valle y esa leche por ser perecedera no está pudiendo salir porque pues no hay paso”, reseñó Arturo Chávez.

A renglón seguido, manifestó que los agricultores y ganaderos, sea por efectos de la naturaleza o el orden público, siempre quedan a expensas del tope máximo de acopio de las empresas transformadoras de este producto.

“Como ha pasado con los paros, [el asunto] es muy problemático, porque las empresas acopiadoras de acá reciben al principio la leche y la transforman en quesos y otros productos lácteos, pero llega un momento en que sobrepasan su cupo de almacenamiento y dejan de recibir la leche, eso es lo que ha pasado incluso cuando ha habido los paros indígenas en el Cauca y los bloqueos de la Panamericana”, dijo.

En el Alto Putumayo, por cuenta del volumen de la producción, bastante menor que en Nariño, el acopio de leche sigue fluyendo con cierta normalidad, a pesar de que se han disminuido los precios pagados al productor en un 20 %.

“Acá en el Valle de Sibundoy el tema de la producción de leche está alrededor de los 30.000 a 35.000 litros diarios. En este momento están pagando el litro a 1900 pesos, afortunadamente hasta ahora no habido el trauma de siempre que dejan de recibir la leche, aquí hay unas empresas que están haciendo queso, son las que más están captando y comprando leche, apenas Alquería tiene unos dos termos que llevan la leche hacia Popayán, pero están trayendo una tractomula cargada de leche hasta aquí desde Nariño y juntan estas leches de acá y las envían en carros más pequeños, en camiones hacia el Valle del Cauca y Cauca”,  señaló José Luis Suárez. El profesional de Fedegán es enfático en que a pesar de que el fuerte del departamento de Nariño no es la comercialización de ganado para carne, el asunto con este producto también es problemático, porque los animales en pie para sacrifico