Erradicación de cultivos ilícitos en el gobierno Petro avanza a las velocidades del burro

En poco más de un mes desde la puesta en marcha de la estrategia de eliminación de la producción de hoja de coca en los territorios este 2024, solo se han destruido 215 hectáreas de las más de 230.000 que actualmente hay sembradas en Colombia. 

Una de las estrategias gubernamentales que más críticas ha tenido por parte de varios personajes de la opinión y la cosa pública, tiene que ver con la erradicación de cultivos ilícitos, pues, de acuerdo con lo dicho por el ministro de Justicia, Néstor Osuna, implica una disminución progresiva de las metas a cumplir por parte de Colombia en ese sentido.

Según el alto funcionario, el gobierno pretende disminuir el volumen de producción de la hoja de coca apelando a la disposición de los cultivadores. “Hemos pensado que en estos cuatro años podríamos disminuir las hectáreas de hoja de coca cultivadas a la mitad. ¿Cómo? Apostándole más a la erradicación voluntaria mediante acuerdos territoriales para sustitución de cultivos, tierras, proyectos económicos y reforestación en la selva», dijo en su momento Osuna.

La estrategia de Petro también fracasó

Cifras relacionadas con la presencia y expansión de grupos armados ilegales en todo el país, son una muestra clara de que Petro y sus ministros progresistas, fracasaron al igual que en el pasado lo hicieron quienes optaron por imponer la fuerza.

José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), denunció recientemente que las organizaciones al margen de la ley operan hoy en más de la tercera parte del país, las más de las veces protegiendo las rutas del narcotráfico y las rentas ilegales relacionadas con la extorsión y el secuestro.

“[…] En medio de una ola de violencia generada por grupos armados ilegales de toda laya, sometiendo a la población y enfrentados por el control territorial para proteger el narcotráfico y sus rentas ilícitas derivadas. […] No hay claridad en los recursos para la política de drogas, ni un mecanismo de coordinación de alto nivel para su implementación, sobre todo en territorios con débil presencia institucional”, ha expresado el alto ejecutivo en diversos escenarios.

La preocupación de Lafaurie, quien también ha puesto de presente la difícil situación de seguridad que se vive en las zonas rurales de algunos departamentos por cuenta de estas organizaciones, contrasta con las más de 230.000 hectáreas de coca sembradas en todo el país.

Cabal denuncia inoperancia

Estas cifras que vienen siendo manejadas por organizaciones internacionales encargadas de monitorear estas dinámicas, preocupan sobremanera a un amplio sector de la opinión y la cosa pública que considera que la pretensión sacar a la coca de la lista de cultivos ilícitos, desdibuja el papel del estado frente a la lucha contra el narcotráfico.

María Fernanda Cabal, líder de la oposición y precandidata presidencial, denunció que la respuesta del Gobierno ha sido más bien nula, frente a la escalada de los cultivos y la producción de clorhidrato de cocaína.

“En el gobierno Petro dedican sus días a mentirle al país sobre la erradicación de la coca. En enero no hubo erradicación y solo desde el 10 de febrero iniciaron las labores, que hasta el 7 de marzo dieron como resultado solo 216 hectáreas erradicadas”, trinó Cabal, anexando una captura de la respuesta enviada por parte del Ministerio de Defensa.

Finalmente, es importante destacar que las metas de erradicación del gobierno han ido paulatinamente disminuyendo, dejando a la buena de Dios esta obligación con los ciudadanos del país y del concierto internacional que luchan de frente contra el narcotráfico.