Realizar un solo ciclo de vacunación y profundizar en la producción ambientalmente sostenible, plantea el gremio cúpula de la ganadería colombiana como nuevo direccionamiento estratégico para el sector.
“En razón a que la erradicación de la fiebre aftosa con el estatus sanitario y la producción ambientalmente sostenible, son exigencias de los principales mercados internacionales, posiblemente sea el momento de pensar en abrirles camino a estas dos prioridades no excluyentes en el direccionamiento estratégico de la ganadería colombiana”.
Así lo manifestó José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de Fedegán, en el Cuaderno Ganadero número 24 publicación que distribuirá a nivel nacional a los 700.000 ganaderos durante el primer ciclo de vacunación de 2024 que está próximo a ser anunciado por el ICA.
Según el dirigente, en los años 90 la erradicación de la fiebre aftosa se erigió en “propósito nacional”, por mandato de la ley inclusive, pero hoy la ganadería tiene otro propósito nacional no menos importante: la ganadería sostenible.
Considera que los dos factores se constituyen en el presente y futuro de la actividad y, en Colombia, estamos en mora de encontrar caminos más expeditos para construirlo.
Un solo ciclo de vacunación
En tal sentido “quizá sea el momento de disminuir progresivamente la doble vacunación hasta llegar a un ciclo anual, y plantear también la meta de la condición de país libre sin vacunación”, agregó.
Resaltó los últimos logros sanitarios: en marzo de 2023, la Organización Mundial de Salud Animal, OMSA, certificó a los 29 municipios de Norte de Santander en la frontera con Venezuela como libres de fiebre aftosa con vacunación y, un año después, en abril de 2024, recertificó nuevamente a todo el país.
“De otra parte, en 2023 alcanzamos la asombrosa cobertura en vacunación contra aftosa en el Ciclo II de 2023, de 98,98 %”, destacó.
Para Lafaurie, después de casi 30 años de vacunación sostenida, con un costo acumulado billonario, aportado por los ganaderos a través de la parafiscalidad, el tema debería incluirse en la agenda con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y con el ICA como autoridad sanitaria, en coordinación con PANAFTOSA como autoridad sanitaria continental.
En la ejecución presupuestal de 2023, que hace parte del informe de gestión del Fondo Nacional del Ganado, FNG, se constata que el Programa de Salud y Bienestar Animal, cuyo principal componente es precisamente el de los ciclos de vacunación, absorbió más de $81.000 millones que equivale al 79,8 % del total de los Programas de Inversión y al 57,9 % del presupuesto total.
Apalancamiento productivo
Se trata entonces de lo que los economistas llaman “el costo de oportunidad” de los recursos, de cara a la necesidad de apalancar ese nuevo norte estratégico de la ganadería sostenible a todos los niveles de producción, con prelación en el pequeño y mediano productor.
En términos más sencillos, si se liberara la mitad u otra porción de esos recursos, cuántos servicios de extensión en ganadería sostenible se podrían ofrecer, cuántos programas de capacitación.
Adicionalmente cuántos proyectos de contrapartida se cofinanciarían con organizaciones nacionales o internacionales, o con empresas privadas interesadas en los sistemas silvopastoriles como opción para la compensación ambiental que los obliga.
“En fin, cuántas hectáreas de sistemas silvopastoriles podríamos impulsar en cinco, diez, veinte años, o en los casi treinta que ya llevamos vacunando”, puntualizó.