Expertos ven con preocupación el panorama económico del país, al tiempo que dudan que el gobierno pueda cumplir con la Regla Fiscal y sacar a delante la Ley de Financiamiento para completar el valor total del Presupuesto General de la Nación.
Uno de los problemas más serios que afronta el gobierno de Gustavo Petro está relacionado con el pobre aumento del Producto Interno Bruto (PIB), que según los informes del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), hace pensar en los momentos más difíciles de la pandemia provocada por la Covid19.
El año pasado, según las estadísticas del Dane, la economía creció en un pírrico 0,6%, espantando a última hora los fantasmas de la temida recesión. Con este panorama de presente y las complicaciones del gobierno para impulsar leyes que permitan dinamizar la reactivación, varias calificadoras de riesgo han empezado a ver con recelo al país.
S&P Global Ratings, por ejemplo, hizo énfasis en las dificultades que tendría el ejecutivo para poder financiar el ambicioso Presupuesto General de la Nación, que aumenta considerablemente con relación al anterior, contrastando negativamente con el lento crecimiento del PIB.
Elijah Oliveros, analista de S&P Global Ratings, es bastante escéptico en cuanto al cumplimiento de ciertas metas proyectadas por el gobierno nacional para poder financiar el PGN, especialmente, los $12 billones que pretende recaudar mediante una Ley de Financiamiento que aun no ha sido aprobada por el Congreso.
“Nosotros esperamos un crecimiento económico de 2,8 % en el 2025, comparado con ligeramente arriba de 1 % este año. Sin embargo, la debilidad en la inversión privada continúa siendo un riesgo importante a la baja para nuestro pronostico del crecimiento del PIB en Colombia”, dijo Oliveros a Valora Analitik.
Sobre este asunto, también se pronunció Renzo Merino, analista de Moody’s para Colombia. En palabras del experto, el país está en una suerte de cuerda floja, tras varias advertencias sobre la rebaja de su calificación, la última de ellas, cambió la perspectiva de estable a negativa, adicional a esto, dudan del sometimiento efectivo a las normas que regulan la hacienda pública nacional.
“Lo que estamos viendo en el contexto macroeconómico y también financiero aumenta la posibilidad que las métricas de deuda empeoren más allá del 2024 y, segundo, que esto también conlleve a que haya un posible incumplimiento con algunos de los parámetros de la Regla Fiscal”, comentó Merino.
Desde Moody’s sostienen que, de persistir las dinámicas actuales, las cuales no parecen tener solución a la vista en el corto y mediano plazo, la calificación del riego para Colombia podría seguir bajando, incluso, ubicarse en la categoría Baa3, que, aunque mantiene el grado de inversión, advierte los riesgos de pérdida.
Por su parte, Fitch Ratings, otra prestigiosa calificadora de riesgos, puso el ojo en las consecuencias que tendría la implementación y puesta en marcha de varios puntos de la recién aprobada Reforma Pensional.
“En un mediano plazo se podrían impactar las estrategias de inversión y los portafolios gestionados por estos fondos, los cuales son los inversionistas institucionales del mercado participando activamente en las emisiones de bonos corporativos y acciones proporcionando capital esencial para la profundización del mercado y el financiamiento empresarial”, dijo a medios de comunicación Sergio Peña, director de Non-Bank Financial Institutions, entidad filial de Fitch Ratings.
Finalmente, el experto centra su crítica en el traslado al fondo de pensiones públicas de un poco más del 75% de los afiliados al sistema, lo que significa en definitiva la pérdida de importancia y mercado para los agentes privados.
“El sentimiento de los inversionistas también puede verse afectado negativamente por la reducción del papel de los fondos privados que son percibidos como participantes sofisticados y activos en el mercado”, puntualizó Peña.