Los colombianos dejaron el miedo y salieron a marcha no solo por la vida y el bienestar de Miguel Uribe Turbay sino para rechazar el retroceso del país en materia de seguridad. El gobierno Petro ha premiado a los criminales mientras el país está arrinconado por la violencia.
En un momento histórico para la defensa de los derechos fundamentales, la senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal participó en la denominada Marcha del Silencio que culminó en la emblemática Plaza de Bolívar.
Este evento, organizado en respaldo a la vida del precandidato Miguel Uribe, fue un claro ejemplo de cómo la determinación y el compromiso pueden unir a millones de colombianos en torno a una causa noble.
Contrario a las marchas organizadas por Petro y su gobierno, no hubo minga indígena, ni buses con gente traída de otras partes del país ni ofrecimiento de comida ni vándalos de la Primera Línea enfrentándose a la fuerza pública.
Ni un paso atrás
La líder opositora, vestida con una camisa blanca y una gorra negra que llevaba inscritas las palabras «LAS FUERZAS DEL CAMBIO», se convirtió en el centro de atención durante su discurso. Su presencia no solo reflejaba autoridad y liderazgo, sino también una profunda conexión con los valores éticos y morales que defiende.
Desde el inicio de su intervención, Cabal capturó la multitud con su voz firme y convincente. Con gestos poderosos y expresivos, transmitió un mensaje de esperanza y unidad. «Quiero decirles que ni un paso atrás. Colombia no se arrodilla a los violentos», exclamó, levantando su puño en un gesto de determinación que resonó entre los asistentes.
Su discurso fue un llamado a la acción, una invitación a todos los presentes a luchar por un cambio verdadero en la política y la sociedad. «¡Colombia no es socialista, somos un país libre, Dios nos hizo libres!», afirmó, mientras señalaba hacia el cielo como si invocara un testigo divino, mientras la multitud respondía con fuerte afirmación. Estas palabras fueron recibidas con aplausos entusiastas y vítores espontáneos, evidenciando que la multitud estaba con ella.
Juntos podemos hacer la diferencia
El entorno de la Plaza de Bolívar, con sus majestuosas columnas y su significado histórico, parecía ser el escenario perfecto para este evento. La plaza, símbolo de la libertad y la democracia en Colombia, sirvió como un marco digno para un acto tan importante. Los asistentes, algunos portando banderas patrióticas y otros simplemente atentos, mostraron su apoyo incondicional a la causa defendida por la senadora Cabal.
Durante su discurso, Cabal hizo hincapié en la necesidad de un cambio político y social que garantice la seguridad y el bienestar de todas las personas. «Juntos podemos hacer la diferencia», concluyó, antes de despedirse con un saludo lleno de esperanza. Sus palabras dejaron claro que su compromiso con la defensa de la vida es inquebrantable, inspirando a muchos a seguir su ejemplo.
Este evento no solo fue un homenaje a la vida del precandidato Miguel Uribe, sino también un recordatorio de la importancia de la participación ciudadana y la defensa de los principios democráticos. La senadora María Fernanda Cabal demostró una vez más su liderazgo y pasión por causas justas, consolidándose como una figura clave en la lucha por un futuro mejor para Colombia.