La excandidata presidencial aseguró a la Revista Semana que el jefe de Estado ha sufrido episodios graves de lo que probablemente sea ansiedad que podrían estarse repitiendo ahora debido a las presiones propias del cargo que ostenta, además, que es el Congreso de la República el escenario donde debe informarse sobre el particular.
Uno de los asuntos más complicados para el presidente Gustavo Petro y su gabinete ministerial ha sido justificar, de cara al país y el concierto internacional, las más de 80 veces que sin razón alguna se ha cancelado la agenda del mandatario.
Según varios analistas, el asunto es sumamente grave no solo por las abruptas interrupciones de los eventos, sino también porque el número significa casi un 25 % del tiempo en el que ha permanecido en el cargo público más importante del país.
Desde el Congreso de la República, varios senadores y representantes a la Cámara han solicitado al presidente hacer una exposición detallada de su condición mental y de salud en general, pues, sus repentinas ausencias en muchos eventos importantes han empezado a generar suspicacias en la opinión pública.
“Estaba ido, estirado en el suelo”
En una entrevista con la Revista Semana, la exsenadora y excandidata presidencial, Íngrid Betancourt, rememoró un episodio de la vida de Petro cuando oficiaba como funcionario de la embajada colombiana en Bruselas, Bélgica y que según ella podría estarse repitiendo, habida cuenta de las presiones a las que se enfrenta como jefe de Estado.
“Gustavo Petro no podía actuar con uno, él, simplemente, estaba ido, estirado en el suelo. Yo hablé con su entonces esposa, Mary Luz Herrán, vi a sus niños pequeños, eran muy chiquititos, debían tener tres añitos, ellos corrían por toda la casa porque era una visita privada. Me imagino que para los pequeños era normal, porque saltaban encima del hoy presidente, daban vueltas. La esposa, apenada, diciendo: ‘Bueno, qué pena con ustedes, los estábamos esperando, pero no ha reaccionado. Vuelvan más tarde’. Y eso fue así. Yo, por eso, creo que el país debe tomar conciencia”, recordó Betancourt.
La exsenadora aseguró que desde el círculo cercano de Petro se deben enviar señales claras sobre los asuntos reales que motivan la no comparecencia del presidente a eventos previamente anunciados y donde confirma asistencia, pues, al ser él la figura más relevante del gobierno este tema se convierte en un asunto de interés público.
Esto no es normal
“No sé si son temas depresivos o de adicción. Uno lo único que hace cuando está al frente de una situación de estas es observar un comportamiento. Uno dice, en pleno día, una persona que tiene que ir a trabajar y que no está laborando, que está acostado, tirado en el suelo, en su apartamento en Bruselas, y uno no sabe por qué, simplemente uno dice, esto no es normal. Y de ahí, uno puede especular: ¿qué le pasó? ¿Estaba depresivo? ¿Tomó mucho licor la noche anterior? El problema es que esto es repetitivo. Ahí es cuando los colombianos tienen derecho a las explicaciones”, dijo la excandidata presidencial.
Finalmente, sobre este asunto en concreto, Betancourt insistió en que a pesar de las airadas reacciones del presidente, su gabinete y los senadores y representantes que hacen parte de la coalición del gobierno, es el Congreso de la República el escenario ideal para informar al país sobre la real situación de salud de Petro.
“Es la función del Congreso. Les corresponde a los congresistas velar por asegurarles a los colombianos que la democracia funciona correctamente. Como en una empresa, cuando una persona tiene a cargo grandes responsabilidades, tiene que demostrar que está en las capacidades funcionales, mentales, emocionales, psíquicas, entre otras. La realidad que venimos observando desde hace un año es que en el comportamiento de Gustavo Petro hay acciones erráticas y unas faltas graves como presidente”, puntualizó Íngrid Betancourt.
Lea entrevista compete aquí:
