A pesar de las limitaciones, su mensaje sigue resonando con fuerza, recordando a los fieles la importancia de la comunión eclesial y la esperanza en la fe.
Después de casi 40 días hospitalizado, el Papa Francisco reapareció en público este domingo antes de recibir el alta médica del Hospital Gemelli.
Desde un balcón del centro sanitario, saludó a los fieles y les impartió la bendición apostólica, en un gesto que marca su regreso a la actividad pastoral, aunque con restricciones médicas.
A pesar de la fragilidad en su voz, el Pontífice pronunció unas breves palabras: «Gracias a todos. Veo a esta señora con las flores amarillas, ¡qué bien!», mostrando cercanía con quienes acudieron a expresarle su apoyo. Sin embargo, su recuperación aún requiere reposo y cuidados médicos, por lo que su agenda pública se mantendrá limitada en los próximos dos meses.
Horas antes, el Papa había dirigido un mensaje a los fieles de la Arquidiócesis de Nápoles y de otras diócesis reunidas en Roma con motivo de su peregrinación jubilar.
Desde el hospital, expresó su «gran alegría» por la unidad de la Iglesia y resaltó el poder del amor para fortalecer la fe y la caridad: «Así es el amor: une y hace crecer juntos».
El mensaje fue leído por el Cardenal Domenico Battaglia, Arzobispo de Nápoles, durante la Misa celebrada en la Plaza de San Pedro este sábado 22 de marzo.
En él, el Pontífice instó a los peregrinos a reforzar su compromiso cristiano con la unidad: «Aunque recorran caminos distintos, han llegado aquí juntos, ante la tumba de Pedro, desde donde podrán partir nuevamente fortalecidos en la fe y más unidos en la caridad».
El Papa también agradeció las oraciones por su salud y pidió que continúen rezando por él y por la Iglesia. Su recuperación continuará en la Casa Santa Marta, donde deberá seguir con tratamientos médicos y evitar encuentros multitudinarios.
