Durante los últimos 14 años los productores han sufrido un poco más de 33.650 incursiones solamente de cuatreros, dejando pérdidas multimillonarias al sector. La iniciativa fue lanzada en la ciudad de Valledupar y ya cuenta con nueve pilotos en todo el país.
José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), ha sido uno de dirigentes gremiales que más ha denunciado el aumento sostenido de la inseguridad en el campo: sus columnas de opinión, intervenciones públicas y redes sociales, están siempre en función de hacer ver problemas como esos que no dejan avanzar al sector agropecuario.
Al inicio del gobierno Petro, se hizo latente la intención de un grupo de personas inescrupulosas en todo el país, que envalentonados por un discurso más bien ambiguo en cuanto a la aplicación rigurosa de ley y la promesa de una redistribución de la tierra, empezaron a tomarse predios privados en producción como señal de presión ante las demoras de la implementación de la reforma rural integral.
Desde antes de la posesión del Jefe de Estado, Lafaurie y los canales de comunicación de la federación vienen alertando sobre esos eventos sistemáticos y sostenidos en algunas zonas del país.
Buscando una estrategia que permita articular de manera efectiva las preocupaciones de los ganaderos con las acciones operativas de las autoridades en cada región para prevenir y combatir la comisión de delitos en la ruralidad, se lanzaron recientemente los Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera, bajo la coordinación de Lafaurie y el general (R), Fernando Murillo.
Fedegán sale al paso a los críticos
Los críticos de estas iniciativas en diferentes escenarios empezaron rápidamente a cuestionar los pilotos lanzados el pasado miércoles en Valledupar, insinuando que son la célula inicial de una nueva oleada de paramilitarismo.
Lafaurie desestimó las negativas observaciones, poniendo de presente el éxito rotundo de las Brigadas Ganaderas Solidarias que han acompañado la actividad administrativa y policial en los casos de ocupaciones ilegales que se han presentado en hatos de todo el país. Hasta el momento, no ha habido reporte alguno de incidentes violentos en el desarrollo de éstas.
“Estamos constituyendo los Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera no solo como un muro de contención, sino al mismo tiempo, construir tejido social de protección que permita que el pequeño ganadero, el comerciante, la autoridad, el alcalde, el fiscal, el juez, todos aquellos funcionarios que tienen que luchar contra aquellos bandidos que han hecho del territorio un escenario de violencia, vean del otro lado a ciudadanos comprometidos con su país, que van a través de la información, de las alertas tempranas, con las autoridades, a establecer una relación virtuosa para enfrentarlos”, dijo el dirigente gremial.
Finalmente, hizo un llamado tanto a los productores afectados por la delincuencia como a las instituciones del Estado a fortalecer ese punto débil, pues, darle más largas al asunto sería retroceder 30 años en esta materia.
“No podemos repetir la historia de la década de los 90s, que abandonamos el territorio y el territorio se lo apropiaron os bandidos. Los bandidos prácticamente nos confinaron en los centros poblacionales secuestrados, impidiendo que el hombre del campo pudiera trabajar, generar riquezas y bienestar”, apremió el líder ganadero.