El exdefensor del Pueblo, Carlos Negret, destacó la discreción del presidente de Fedegán en los diálogos de paz con la guerrilla. “Es una cualidad para este tipo de negociaciones”, añadió. Expresó que el camino no será fácil, pero guarda esperanza en que el proceso será exitoso.
¿Cómo ha visto la participación de José Félix Lafaurie en la mesa de diálogo con el ELN?
Simbólicamente su sola presencia es muy importante. Habla de la posibilidad de construir desde los disensos un país en paz. Ha sido discreto en su participación en los diálogos lo cual es una cualidad para este tipo de negociaciones.
¿Será que esta vez sí se logrará llegar a un acuerdo con esa guerrilla?
Yo espero que sí. Siempre le he apostado a la salida dialogada del conflicto armado. El ELN es una contraparte compleja, dogmática y aferrada a su estructura federativa, lo cual hace que la construcción de acuerdos lleve tiempo y mucha discusión. Para ellos las formas son muy importantes. Pero algo adicional y es que tiene facciones muy aferradas al uso de la violencia como mecanismo de lucha y negociación. No será fácil el camino, pero guardo total esperanza en que el proceso sea exitoso.
¿Qué mensaje le deja al país ese apoyo al proceso de paz del presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie?
Sin duda un mensaje de apertura, de disposición al diálogo. Fue un gesto generoso del presidente Petro invitarle a la mesa de negociaciones, como lo fue que Lafaurie aceptara.
¿Cree que en el ciclo que dentro de poco empieza en Cuba se va a avanzar en el cese al fuego bilateral?
Sin perjuicio de los comentarios al contenido de la agenda, el lograr un acuerdo sobre los puntos de la mesa es una buena noticia. Significa que hay entendimiento entre las partes y que con empeño se puede lograr avanzar.
¿Qué importancia tiene este tercer ciclo que va a empezar en Cuba?
Después de los episodios de desentendimiento en diciembre y enero, el sentarse nuevamente con el pleno de las delegaciones, con la comunidad internacional, es una buena noticia. Hubiese sido importante que concluyera con una declaración de cese al fuego por parte del ELN, con un compromiso concreto sobre abandonar el secuestro como política de la organización, así como el reclutamiento forzado.