Con el inicio del cuarto ciclo de negociaciones no solo se pone en marcha el cese al fuego bilateral por 180 días, sino que se activan varios mecanismos en los que serán de vital importancia los sectores y organizaciones vinculadas al proceso.
José Félix Lafaurie, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), ha sido uno de los integrantes de la delegación del Estado colombiano en la mesa de negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que ha dicho siempre, sin ningún reparo, las situaciones problemáticas que debe afrontar el proceso de cara a la firma de un acuerdo.
También, en muchos de sus artículos periodísticos, publicados en medios de todo el país, ha exigido al grupo armado ilegal muestras concretas de sus reales intenciones de paz, porque, amén de un cese al fuego que apenas arranca, en el pasado reciente el ELN discursiva y actitudinalmente estuvo más en la tónica guerrerista que en la que se espera en el marco de una negociación de tal magnitud.
Tras la iniciación del cuarto ciclo de la mesa de negociaciones, que incluye la participación activa de la sociedad en la construcción, si se quiere, de una hoja de ruta hacia la firma de la paz y el inicio del cese al fuego bilateral por 180 días, el líder ganadero habló de varios temas con el diario El Tiempo.
Mecanismo de verificación
Entre esos asuntos, está la necesidad imperante de que el ruido de las balas y las detonaciones de los atentados terroristas se silencien, pues, de acuerdo con el dirigente gremial es la única forma en la que se puede concretar la vinculación activa y deliberante de los colombianos en esta etapa del proceso.
“Las expectativas sobre el cese del fuego son todas. Sin cese del fuego no es posible que la sociedad participe con el pleno de sus derechos y libertades. El corazón del proceso es la participación de la sociedad, este será clave para identificar cuáles son los elementos transformadores para un mejor país y esto, obligatoriamente, tiene que ser sin incidentes en el territorio que afecten la vida, la honra y los bienes de los ciudadanos que concurren, o que no concurren, pero que están involucrados en estas dinámicas donde toda la sociedad tiene que estar al frente”, comentó Lafaurie al prestigioso diario.
En lo atinente al funcionamiento del mecanismo de verificación, el líder ganadero explicó que en primera medida, cualquier situación que pueda ser constitutiva de incumplimiento de las obligaciones adquiridas con el cese al fuego, tiene un seguimiento en terreno por parte de los veedores internacionales habilitados para tales fines, en las zonas donde el ELN tiene control territorial.
Incidentes al cese del fuego
Asimismo, Lafaurie precisó que no será la única forma de verificación, pues, “paralelamente, está la sociedad, a través de las veedurías, las cuales pueden ser ejercidas por veedurías organizadas o por un ciudadano o medio de comunicación que identifica un hecho, lo da a conocer al sistema de monitoreo para que ese, bien sea a nivel local, regional o nacional sea evaluado por las partes, que en este caso son cuatro: Fuerza pública, ELN, Iglesia y Naciones Unidas”.
Otro de los temas a los que se refirió el negociador, tiene que ver con los tiempos que tardará ese ejercicio de verificación, en el entendido que las situaciones ‘anómalas’ que se presenten, por razones evidentes no pueden evaluarse ni cotejarse en tiempo real, razón por la cual unas llevarán más tiempo que otras.
“Habrá incidentes cuya evaluación demorará un tiempo prudente para poder verificar qué fue lo que sucedió en el territorio y otros hechos que eventualmente podrían tener un altísimo impacto. En consecuencia, no se puede decir que cualquier incidente acaba al cese del fuego, además las evaluaciones serán periódicas. Es el mecanismo, especialmente el de evaluación, el que determinará si el incidente es constitutivo y solo las Naciones Unidas, no la Iglesia, no la Fuerza Pública y no el Eln, saldrá de alguna manera a hacer público un incidente que eventualmente pueda ser violatorio del acuerdo”, apuntó Lafaurie.
La sociedad debe decir qué tipo de país quiere
A lo largo de las negociaciones, el dirigente gremial ha hecho bastante énfasis en lo importante que es para el avance de éstas, la etapa que recién comienza y que sin más, significa escuchar el sentir de la sociedad, la que en últimas sufre las consecuencias del conflicto y la que a la postre debe enrutar la Colombia postconflicto armado.
“El argumento de fondo es que es la sociedad la que tiene que decir qué tipo de país quiere y, quienes estamos como delegados del gobierno del presidente Petro, coincidimos en que hay que darle la voz a toda la sociedad, sin exclusiones, a los que están en los territorios, pero también a los que están en las ciudades, y todo para que realmente se pueda interpretar de la mejor manera posible qué es lo que está pensando la sociedad colombiana en la coyuntura y, por supuesto, en el marco de las dinámicas de violencia que se están viviendo”, comentó el presidente ejecutivo de Fedegán.
Sobre el particular, explicó que al Comité Nacional de Participación están vinculados al menos 30 sectores y 81 organizaciones, no obstante, su función no está relacionada con la estructuración de esta participación, sino que, tendrán sobre sus hombros la responsabilidad de convocar, sistematizar y hacer recomendaciones a los negociadores sobre lo que es importante implementar en este punto del proceso.
“Aquí no podrá haber ningún tipo de exclusión de ningún sector durante la etapa de diseño y por ello se van a hacer nueve convocatorias territoriales, pero 25 a nivel de sector. Esto, para que los diferentes sectores de la sociedad colombiana eventualmente puedan contribuir en el diseño de la participación”, expuso.
Finalmente, aseguró que los temas más importantes y en los que seguramente girarán las discusiones de este cuarto ciclo, tienen que ver con dos asuntos de vital importancia y que hasta este momento no se han abordado: víctimas y fin del conflicto.
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