El complejo de Adán de Petro: critican al presidente por atribuirse el primer ascenso de un coronel afrocolombiano

Esa costumbre del presidente Gustavo Petro ha sido interpretada como una apropiación de logros históricos para alinearlos con una narrativa oficialista y una postura que algunos ven como ideologizada.

En medio de la reciente noticia sobre nuevos ascensos en el Ejército Nacional, voces críticas cuestionaron una tendencia atribuida al presidente Gustavo Petro: la inclinación a adjudicarse avances en inclusión y diversidad que, según observadores, ya habían ocurrido en administraciones previas. Esta vez, la polémica gira en torno a la designación del coronel Alex Jéfferson Mena Mena, a quien se considera el primer afrocolombiano en ser convocado a curso para brigadier general. No obstante, expertos y figuras públicas destacan que esta no es la primera vez que un oficial afrocolombiano alcanza dicho rango.

Un antecedente claro se remonta a 2005, en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, cuando el coronel Miguel Bernabé Lozano Perea fue ascendido a brigadier general, siendo designado luego como el primer comandante de la entonces recién creada Trigésima Brigada en Cúcuta. De igual manera, el general Luis Alberto Moore había roto barreras al convertirse en el primer oficial afrocolombiano en alcanzar el grado de general de la Policía Nacional, un ascenso fundamentado en su trayectoria y no en políticas de inclusión.

Complejo de Adán

Las críticas surgen por lo que algunos llaman el complejo de Adán de Petro, una tendencia del mandatario a presentar ciertos avances como si no existieran antecedentes significativos antes de su mandato. Este enfoque ha generado molestia en ciertos sectores que interpretan estos gestos como una apropiación de logros históricos para alinearlos con una narrativa oficialista, una postura que algunos ven como ideologizada y que podría restar importancia a los méritos individuales de los oficiales en cuestión.

Mientras el gobierno de Petro sostiene que el reconocimiento de oficiales afrocolombianos busca visibilizar a sectores históricamente marginados en la institucionalidad del país, muchos colombianos argumentan que esta postura politiza los ascensos y los convierte en un instrumento para promover la imagen de una administración comprometida con la equidad. Para estos críticos, la verdadera inclusión debe basarse en méritos, capacidades y logros individuales, sin atender al color de piel ni a otros aspectos que no estén relacionados con la competencia profesional.