Según Óscar Cubillos Pedraza, de Fedegán, dicha situación podría corregirse solo si se generan 3 condiciones: que otras empresas llenen el espacio exportador que dejó Minerva, que el consumo interno repunte al tener mayor oferta interna y que la dinámica de exportaciones de novillos en pie mejore su dinámica comercial.
La interrupción momentánea de operaciones de parte de la empresa Minerva Foods en Colombia sacudió al sector ganadero bovino del país en el sentido que generará diversas consecuencias que afectarán la economía de este renglón de la producción agropecuaria nacional.
Así se percibe de la última columna de opinión de Óscar Cubillos Pedraza, director de estudios económicos de Fedegán, principal gremio de este sector a nivel nacional.
De hecho, advierte que Minerva era el generador de alrededor del 92 % de las exportaciones de carne en Colombia y que en las próximas semanas podría verse una presión a la baja en el precio del novillo.
Según este economista, dicha situación solo podría corregirse si otras empresas llenan el espacio exportador (ardua tarea), pero, asimismo, que el consumo interno repunte al tener mayor oferta interna y que la dinámica de exportaciones de novillos en pie mejore su dinámica comercial.
Explica 3 diversas razones que pudieron llevar a Minerva a tomar la decisión de detener sus operaciones, las cuales obedecen a situaciones propiamente del mercado que, por lo visto, estaban interrumpiendo su racional interés de generar utilidades.
1. Abastecerse de producto de menor precio: el primero, le resulta más barato abastecer sus operaciones de exportación con bovinos de Brasil, Paraguay o Uruguay que en el último mes evidentemente han registrado menor precio internacional respecto al novillo colombiano.
Al respecto plantea otros 3 argumentos que son los siguientes:
A. Pérdida de competitividad frente a la tasa de cambio: para el economista de Fedegán Colombia tiene el mayor precio internacional de ganado impulsado por la tasa de cambio que muestra un peso apreciado en más del 18 % entre noviembre de 2022 y julio de 2023, situación que no es tan crítica en otras monedas de Suramérica. A su vez, la apreciación del real brasilero solo es del 8 %, mientras que la del peso uruguayo es de 4 %; en el caso del guaraní paraguayo este se ha depreciado 2 % al igual que el peso argentino cuya depreciación es de 77 % lo que sin duda le otorga competitividad internacional, pero esta se va al traste con las dificultades de una alta inflación que supera el 120 %.
B. El bovino de Colombia es de alto precio: citó un ejemplo explicito. El novillo gordo cuyo precio en enero pasado podría rondar los $8200 kilo en pie, con una tasa de cambio de $4712 se cotizaba internacionalmente en USD 1,74. Hoy con tasa de cambio de $3973 se cotiza en USD 2,1 el kilo, es decir, se hace más caro.
C. Brasil es más viable por precio: mientras tanto hoy el precio del novillo gordo en Brasil es de USD 1,7 por kilo; en Paraguay de USD 1,8 y en Uruguay de USD 1,9. En Argentina es idéntica la cotización al mercado de Colombia de USD 2,1. Con tales diferenciales es evidente que para Minerva resulta más rentable abastecerse de Brasil, Paraguay o Uruguay.
2. Precio internacional de la carne a la baja: según Cubillos Pedraza, el segundo aspecto que obligó a Minerva a cerrar su planta obedece a que el precio internacional de la carne ha tenido fuertes reajustes a la baja luego de haber tenido alzas importantes como consecuencia de 3 factores de mercado: la pandemia, la crisis logística mundial y la crisis de oferta de materias primas provocada por Rusia en su invasión a Ucrania.
“Efectivamente, los precios internacionales de la carne han caído 17 % en el último año, lo que afecta la rentabilidad de las exportaciones, situación que podría corregirse en alguna proporción con una mejor tasa de cambio, situación que no es la ocurrente”, expone.
Por supuesto, el mercado exportador de carne en Colombia es de alrededor del 7 % de la producción nacional, el otro 93% es el mercado interno al que desafortunadamente Minerva no acude en esta coyuntura señalando que viene de capa caída.
En el mercado interno se observan dos situaciones alternas que son:
A. Influencia del sacrificio clandestino: el sacrificio clandestino le viene pegando muy fuerte al sacrificio formal, pues se constituye en una situación de competencia desleal que afecta la rentabilidad de la industria y evidentemente maltrata el consumo interno de carne de res.
B. Desaprovecha oportunidad: en Colombia, la población viene de una crisis inflacionaria de más de dos años en donde quiere volver a comer carne en mejores proporciones. De hecho, el crecimiento en el faenado formal en 1,6 % en el primer semestre, así lo demuestra, además que el alza en el precio de la carne ya no tiene las exageradas dinámicas de 2021 y 2022. Creo que allí Minerva pierde una magnífica oportunidad de comprar novillos en pesos y vender carne en pesos, sin la influencia de la tasa de cambio.
3. Comprender la realidad económica mundial: para Cubillos quienes apelan a las narrativas que la situación de esta empresa frigorífica se originó por cuenta de las exportaciones de ganado en pie, siguen sin comprender la realidad económica mundial.
Enfatiza que dicho segmento del sector ganadero también se encuentra afectado por el tema cambiario en donde muchos compradores internacionales prefieren dirigirse por el tema del precio más competitivo, al vecino Brasil.
Por ahora la pregunta que se hacen muchos agentes del sector ganadero, es ¿cuándo regresará Minerva?