Una nueva orden ejecutiva del presidente Donald Trump establece un arancel adicional del 10 % para países sin acuerdo comercial preferencial con EE. UU., como Colombia. La tarifa total sube al 20 % y afectará productos clave del comercio bilateral.
Colombia enfrentará un nuevo obstáculo comercial tras la firma de una orden ejecutiva por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que eleva los aranceles a las mercancías provenientes de países sin trato arancelario preferente. La medida establece un recargo del 10 % adicional al impuesto ya existente, lo que en el caso colombiano eleva la tarifa total al 20 %.
El documento, firmado en Washington, distingue entre los países que han suscrito acuerdos específicos con Estados Unidos, y por ello mantendrán aranceles reducidos, y aquellos que no aparecen en el Anexo I de la orden, a los cuales se les aplicará la nueva tarifa.
Aunque la lista de países beneficiados no ha sido publicada en su totalidad, se anticipa que la mayoría de socios comerciales quedarán sujetos al aumento.
La norma entrará en el 7 de agosto, aplicándose a todos los productos que ingresen a territorio estadounidense para consumo o que sean retirados de depósitos aduaneros desde las 00:01 horas del día señalado.
La Casa Blanca justificó esta decisión como una estrategia para fortalecer la economía nacional y garantizar condiciones comerciales más equitativas. Según el pronunciamiento oficial, la medida busca contrarrestar amenazas externas a la seguridad económica del país y respaldar sectores estratégicos como la industria, la agricultura y la defensa.
Revés para Colombia
El impacto para Colombia podría sentirse con rapidez. Las exportaciones hacia EE. UU., que en 2024 superaron los 2.400 millones de dólares, incluyen productos sensibles como flores, textiles, café procesado, productos químicos y bienes agroindustriales. Muchos de estos contaban hasta ahora con beneficios arancelarios o tarifas moderadas.
Aunque el decreto no menciona explícitamente la suspensión del Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado entre ambos países en 2012, expertos advierten que la imposición unilateral de nuevos aranceles podría representar una presión indirecta para reconfigurar el acuerdo. También genera inquietudes sobre posibles contradicciones con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).