Economía colombiana muestra señales de debilidad: informalidad e inseguridad golpean al sector productivo, según la ANDI

La Encuesta de Opinión Industrial Conjunta revela un crecimiento económico moderado en 2025, en medio de mayor incertidumbre política, costos laborales al alza, informalidad persistente que afecta al 53% de las empresas y un deterioro notable en las condiciones de seguridad.

La más reciente Encuesta de Opinión Industrial Conjunta (EOIC), elaborada por la ANDI y varios gremios aliados, confirmó que la economía colombiana continúa avanzando con fragilidad durante el segundo semestre del año.

Aunque algunos indicadores de la industria muestran leves señales de recuperación, el sector productivo advierte que la incertidumbre política, el deterioro de la seguridad y la creciente informalidad están limitando el desempeño empresarial.

Agosto estuvo particularmente marcado por tensiones económicas y políticas. El debate sobre un Presupuesto General desfinanciado, las discusiones alrededor de la reforma laboral —que, según los empresarios, encarece la contratación— y el repunte de la inflación por encima del 5% afectaron la confianza y la capacidad de compra de los hogares, lo que se tradujo en un menor dinamismo para la demanda interna.

El presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, señaló que la informalidad es hoy el principal desafío para la economía.

“La informalidad es el elefante en la sala porque genera una gran cantidad de problemas por la falta de derechos y oportunidades. De cada diez trabajadores, seis son informales”, afirmó el dirigente, quien subrayó que esta situación golpea directamente la competitividad y el empleo formal.

Leve mejoría

Pese al complejo entorno, la industria registró una leve mejoría entre enero y agosto de 2025. La producción manufacturera creció 2,1%, las ventas totales 2,2% y las ventas nacionales 2,4%, un cambio significativo frente a las caídas de 2024.

El DANE también reportó variaciones positivas: el Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) aumentó 2% en agosto y 2,6% en lo corrido del año, impulsado principalmente por actividades terciarias como comercio, transporte, alojamiento, salud y educación.

No obstante, sectores como minería y agro permanecen estancados, mientras que la industria y la construcción apenas crecieron 0,6%. La capacidad instalada llegó a 80,4%, por encima del promedio histórico, lo que refleja un mejor uso de la infraestructura productiva.

La encuesta también expone la magnitud de la informalidad que golpea al sector. El 53% de los empresarios percibe un impacto significativo por la competencia desleal, y un 30% considera que el fenómeno ha aumentado en 2025.

Entre las causas mencionadas están los altos costos laborales, los cambios normativos, la inflación, nuevos impuestos y el desplazamiento del consumo hacia mercados informales.

Esta problemática se manifiesta en productos adulterados, evasión de impuestos, incumplimientos ambientales y empleo sin garantías laborales, lo que ha llevado al sector privado a pedir mayor vigilancia estatal, estabilización tributaria y reformas laborales más flexibles.

La inseguridad, por su parte, muestra un deterioro preocupante. La EOIC revela que el 31% de las empresas se siente muy afectada por este fenómeno, una cifra que contrasta con el 6% reportado en mediciones anteriores.

Los bloqueos en vías son la principal preocupación, seguidos por las dificultades de acceso a determinadas zonas y las restricciones al transporte de bienes debido a retenes, amenazas o paros. Según los empresarios, estas condiciones afectan directamente la movilidad, el abastecimiento y el cumplimiento de contratos.

La encuesta identifica también otros obstáculos que continúan frenando la actividad productiva, como la falta de demanda, la volatilidad del dólar, los costos y la disponibilidad de materias primas, la infraestructura deficiente, la incertidumbre por las reformas y la competencia desleal derivada del contrabando y la informalidad.