La Fundación para la Libertad de Prensa advirtió que los constantes ataques del presidente a periodistas y medios de comunicación podrían traer consecuencias negativas contra todos los que reiteradamente ha señalado en sus redes sociales. Además, afirma que la actitud del jefe de Estado contraviene postulados constitucionales y jurisprudenciales.
A través de un comunicado y un extenso hilo en su cuenta de Twitter, la Fundación para la liberta de prensa (FLIP), rechazó las más recientes declaraciones del presidente Gustavo Petro en sus redes sociales, donde desestimaba la credibilidad y satanizaba el trabajo de algunos medios de comunicación y periodistas que no le son afines.
De acuerdo con la FLIP, los mensajes de Petro están encaminados a recibir de los medios un trato benévolo a la hora de cubrir la ejecución de su plan de gobierno. “[Con el constante matoneo, Petro está] buscando presionar la agenda mediática para que aborde favorablemente su gestión; alimentando un discurso en el que la prensa es antagonista, y así abre la puerta a la criminalización de los medios”, dice el comunicado.
La nota de prensa hace énfasis en varios de los trinos con los que el presidente ha intentado deslegitimar el trabajo del equipo periodístico de Noticias Caracol en torno a temas que le son incómodos o cuando el abordaje de los mismos no le favorecen.
“Ayer escribió trinos en esta misma línea: en uno acusaba de forma genérica a “un sector de la prensa tradicional para desatar un genocidio sobre el pueblo”; más tarde, trinó que Caracol Noticias trataba de dividir a la fuerza pública del gobierno como respuesta al registro de una manifestación.
Señala permanentemente a los medios
Después, en otra publicación volvió a juzgar a Caracol Noticias por una noticia sobre la reforma laboral: “Otra noticia mentirosa. El artículo de la revista del Banco de la República es responsabilidad de sus autores no de la entidad. Lo dice claramente el mismo documento en su primera página”, detalla la organización que defiende la libertad de prensa.
Hay muchas evidencias para sostener que los ataques de Gustavo Petro hacia la prensa que no ensalza su gestión son sistemáticos desde que se posesionó como presidente. La FLIP ha documentado desde hace por lo menos nueve meses declaraciones del mandatario en contra de medios de comunicación a los que ha señalado incluso de delincuentes, en aras de restarle credibilidad a denuncias y reportajes sobre temas que interesan a la sociedad.
En ese mismo sentido, el mandatario no ha dudado un instante en afirmar que el cubrimiento y abordaje de ciertos temas donde ha centralizado su interés y el de sus electores, obedecen sin más a “una campaña de desinformación orquestada o apoyada por el periodismo que informa sobre su gestión”.
Según la FLIP, las acusaciones de Gustavo Petro hacia ciertos periodistas a los que señala de querer enlodar su gestión o que le resultan incómodos en el ejercicio de gobierno, acrecientan su estado de vulnerabilidad, pues, desde el momento mismo en que los individualiza se ejecuta en contra de ellos campañas de ataques en redes sociales que en muchos casos pasan al plano fáctico.
“Esto eleva el riesgo al que están expuestos las y los periodistas, en un país donde la violencia cobra la vida de las y los comunicadores. En los últimos siete meses tres periodistas han sido asesinados: Rafael Moreno, el 16 de octubre de 2022 en Montelíbano, Córdoba; Wilder Córdoba, el 28 de noviembre de 2022 en La Unión, Nariño; y Luis Gabriel Pereira, el pasado 9 de mayo en Ciénaga de Oro, Córdoba, (de acuerdo con nuestra documentación, este caso podría estar motivado por el trabajo periodístico)”, detalla el comunicado de prensa.
Más adelante, la organización señala que el actuar de Petro no se compadece con los planes del Ministerio del Interior de construir una política pública orientada a salvaguardar el ejercicio periodístico en Colombia, asimismo, le recuerdan que los constantes ataques contravienen “el deber de prudencia que le asiste como mandatario y de utilizar las vías institucionales”, en el entendido de que las opiniones no son expresadas por un ciudadano común y corriente, sino por la máxima autoridad administrativa del país.
Petro estigmatiza a los periodistas que le son incómodos
Sobre este punto, el documento señala que las estigmatizaciones del presidente contra periodistas y medios de comunicación atropellan la protección reforzada y el sentido democrático que la Corte Constitucional ha concedido a esta actividad y a quienes la ejecutan y traen a colación los postulados que en ese sentido estableció la Sentencia T-454 de 2022: “La libertad de expresión, su protección y todas las garantías que comprende son uno de los pilares básicos de la carta de derechos de los Estados democráticos, dada la trascendencia que tiene en la protección de otros derechos fundamentales, así como para la formación de la opinión pública, lo cual también favorece sociedades plenamente libres que cuenten con herramientas para ejercer adecuadamente sus derechos”.
Finalmente, le solicitan a Gustavo Petro la adopción de medidas que permitan en lo sucesivo el ejercicio libre del periodismo, propiciando entre los periodistas y los agentes del Estado un ambiente de respeto en el marco de la Constitución y la Ley, además, que desescale el discurso que viene socavando la libertad de expresión y minando la independencia.
“Que el periodismo esté en el foco central de las intervenciones del Presidente propaga una tensión que puede tener repercusiones indeseables. En ese sentido, solicitamos al presidente Petro que reconozca y afirme públicamente el papel central que tiene una prensa libre en una democracia y se abstenga de emitir mensajes que perjudiquen la independencia de los medios”, puntualiza la comunicación.
Juanita Goebertus, directora de la División para las Américas de Human Rights Watch, publicó en su cuenta de Twitter: “Compartimos este pronunciamiento de @FLIP_org. Desde AMLO en México hasta Bukele en El Salvador, cuando un presidente ataca a la prensa la consecuencia es la censura y el exilio de periodistas. Presidente @petrogustavo, su responsabilidad es proteger la libertad de prensa”.
Lo curioso de este pronunciamiento es que no es oficial de la ONG que dice velar por los derechos humanos, sino de su directora. En la cuenta de Twitter de HRW no hay ninguna publicación sobre el tema.