En reciente entrevista con la periodista brasilera Flavia dos Santos, el líder ganadero pone varios puntos sobre las íes y hasta se atreve a proponer una estrategia para hacerle frente al control territorial y militar que ejercen diferentes grupos armados en varias zonas del país.
José Félix Lafaurie, es uno de los dirigentes gremiales más importantes e influyentes del país, no solo por la sagacidad política que le ha permitido, si se quiere, navegar sobre las olas de un gobierno ideológicamente adverso y con ideas contrarias respecto del campo y la distribución de la tierra.
Dada su vasta experiencia en esas lides política, Gustavo Petro lo designó como miembro de la delegación que negocia la paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), proceso del cual ha sido crítico desde adentro, poniendo siempre por delante los intereses de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), dejando bien trazadas la líneas rojas que eventualmente lo hagan levantarse de la mesa.
Lafaurie se ha ganado el respeto de la prensa nacional no solo por la claridad con la que expresa sus ideas en las columnas de opinión que escribe semanalmente, sino también, porque cuando ejerce como entrevistado no le rehúye a las preguntas ni responde con evasivas.
La familia, pilar fundamental
En el programa +Íntimo Y Sin Anestesia de Red Más Noticias, la periodista brasilera Flavia Dos Santos, explora una de las facetas más personales de Lafaurie, quien a pesar de su figuración constante en la prensa, mantiene a raya los asuntos familiares.
“Acepto la entrevista con mucho temor, eres una mujer peligrosísima, encantadora pero peligrosa, dos cosas diferentes, cada vez que voy a Brasil, María Fernanda procura llamarme con mucha frecuencia porque las mujeres brasileras son muy peligrosas”, arranca diciendo el dirigente gremial.
Fiel a su estilo punzante e incisivo, dos Santos ausculta en detalles poco conocidos de un hombre que, por cuenta de las situaciones complejas que se viven en el campo colombiano y afectan directamente a las más de 700.000 familias agremiadas en Fedegán, siempre habla fuerte y con bastante carácter.
“Yo siempre soñé que mis hijas tocaran piano, disfruto la música bailando, yo te puedo enseñar a bailar, salvo zamba, porque no se bailar zamba, pero cualquier otra cosa, y sevillana. De niño tuve la educación de un niño sevillano, alguna vez regañando a mis hijos se me salía la forma como mi madre me regañaba a mi… Joder… qué haces… mi madre muy brava educada en la guerra, de padres rigurosos, y usted sabe que a la final uno tiene la educación que la madre le da”, explicó Lafaurie.
Durante largo rato, Lafaurie comenta varias infidencias de su relación con la senadora y líder de la oposición, María Fernanda Cabal, a quien conoció siendo estudiante de Ciencias Políticas y después de seis años de relación llevó hasta al altar.
“Conocí a María Fernanda en una oportunidad que me vine de España que estaba haciendo un posgrado, la conocí y obviamente hasta ahí llego el posgrado. […] Me gustó de ella que siempre ha sido una mujer educada, una mujer inteligente, una mujer con curiosidad intelectual, una niña de 19 años que estudiaba ciencia política, claro cuando uno encuentra una persona joven que tiene tus mismas inquietudes desde el punto de vista intelectual, pues, te seduce”, comentó el líder ganadero entre risas.
Precisa también, que el éxito de su relación radica en la admiración que se tiene el uno por el otro, además, que debido a sus disímiles caracteres y sentido del humor, se complementan a la perfección, sobre todo, en la tarea de criar cuatro hijos y ahora, sobrellevar a los nietos.
“Mi padre me decía: el matrimonio es una larga conversación, si tu no admiras al otro estas muerto y yo creo que eso es lo que permite pese a que María Fernanda y yo somos totalmente diferentes, salvo en el tema intelectual, en el resto somos totalmente diferentes ella tiene buen humor, yo no tengo buen humor, a ella le gusta tomarse los tragos yo no tomo trago, a mí me gusta bailar, ella baila pero menos, ella es más tranquila, yo soy más proactivo, yo regaño, ella me mira como diciendo…. claro que yo admiro a María Fernanda, realmente hemos educado 4 hijos…no me quejo”, declaró.
“Entre más se dialoga, más violencia”
Pasando a temas más complejos, Lafaurie, quien conoce las dinámicas de la violencia porque ha tenido que hacerle frente desde lo personal y en el ámbito gremial, reconoce la valía de las negociaciones en las que participa, no obstante, advierte que el éxito depende única y exclusivamente del compromiso de las partes para cumplir lo pactado.
“Yo creo que el problema en Colombia ha sido la dialoguitis, siempre han creído que se puede resolver los conflictos dialogando, dialogar es muy importante pero dialogar ¿para qué? si es para lograr unos acuerdos que permitan acabar con esta dinámica de violencia perfecto, pero lo que el país finalmente ha terminado por demostrar es que entre más se dialoga, más violencia. Fíjese lo que paso con el acuerdo de paz de Santos, Hoy en día Colombia está en una dinámica de violencia sostenida, acepté la invitación del gobierno y he tratado de contribuir de una manera muy eficaz en el buen sentido de la palabra, es decir, tratando de que las cosas salgan adelante”, comentó el alto ejecutivo.
A renglón seguido señala cuál es la motivación principal para mantenerse en la mesa de negociaciones con el ELN, proceso del cual varios de los personajes que arrancaron con él, han declinado.
“Quiero demostrarme a mí mismo que el camino que siempre había creído sigue teniendo validez, dialogar no es bueno sino cuando la contraparte está de acuerdo en aceptar las reglas de juego de la democracia es decir aceptar que hay una constitución, una leyes que no se pueden violar y si las violas las instituciones es decir la fuerza pública y la justicia determinará tomando las acciones que la ley le permite”, afirmó el presidente ejecutivo de Fedegán.
El Estado debe retomar el control de los territorios
Otro de los temas que en ese contexto preocupa sobremanera al líder ganadero, tiene que ver con la pérdida de autoridad en gran parte del territorio nacional, dominado a placer por estructuras armadas que imponen, sin más, la ley de las armas.
“Aquí hay más de 400 municipios donde no impera ni la Constitución ni la ley, sino la voz de un patrón, es decir, ¿quién manda en Jamundí, el alcalde? Usted cree que un juez o un fiscal en Silvia, Cauca, es capaz de dictar una providencia, usted cree que en los municipios de Nariño la autoridad puede imponerse frente a la dinámica violenta de los criminales, evidentemente, aquí podemos terminar en lo que denominé la balcanización del país, es decir, fracturar la unidad nacional por cuenta de unos factores armados que ejercen control en el territorio para proteger rentas ilícitas”, apuntó el líder ganadero.
Yendo un poco más allá y con conocimiento de causa, toda vez que las noticias de orden público inundan los más de 5000 grupos de WhatsApp que administra Fedegán y en el que se encuentran vinculados 700.000 familias ganaderas de todo el país, se atreve a proponer una solución a la problemática.
“Se necesita más gente en armas para tener más control territorial y al mismo tiempo, no dejarse ganar los territorios, hoy bajo el imperio de las armas de los grupos armados. Son ellos los que están reclutando ¿para qué? para seguir ejerciendo control en el territorio, el caso de Nariño es terrible, el caso del Cauca se perdió, el Catatumbo está perdido, en Arauca la gente ya no sabe qué hacer, tierra de nadie, por eso mi mensaje es muy claro, Sí al diálogo, pero esto hay que tomarlo en serio”, premió el dirigente gremial.
Finalmente, deja claro que su participación en los diálogos y los cuestionamientos que le ha hecho desde adentro, no tienen tintes proselitistas, sin embargo, dejó en firme la precandidatura de su esposa.
“No quiero ser presidente, eso está totalmente claro, aquí la que hace política es María Fernanda, yo tengo unas responsabilidades con el sector ganadero, además, ni más faltaba, cuando lleva casi ya 12 años vinculado a una política, no obstante que el que hacía política era yo, yo me le atraviese no existe la mínima posibilidad”, puntualizó José Félix Lafaurie.
La entrevista completa aquí: