Decreto de conmoción interior de Petro, una amenaza para el sector de los hidrocarburos

Gremios consideran que la imposición de un nuevo impuesto del 1 % sobre las exportaciones de petróleo crudo y carbón, es una persecución del presidente Gustavo Petro al sector de los hidrocarburos.

La reciente declaratoria de conmoción interior en el Catatumbo, ante la creciente crisis de orden público en la región, ha traído consigo medidas que han generado fuertes preocupaciones en el sector energético, especialmente en las actividades extractivas de hidrocarburos.

El gobierno de Gustavo Petro anunció la imposición de un nuevo impuesto del 1 % sobre las exportaciones de petróleo crudo y carbón, con el objetivo de recaudar $214.000 millones que serán destinados a financiar acciones para mejorar la seguridad y el bienestar de la región.

Sin embargo, esta decisión ha desatado una ola de críticas dentro de la industria. Carlos Cante, presidente de la Federación Nacional de Productores de Carbón (Fenalcarbón), calificó el impuesto como «antitécnico», señalando que penaliza las exportaciones y perjudica gravemente la competitividad de los carbones colombianos en el mercado internacional.

Además, Cante recordó que el sector ya ha sido objeto de diversas medidas fiscales que han aumentado la carga tributaria, lo cual ha resultado en una disminución de la competitividad de los productos colombianos en el mercado global.

«Este es un sector que ha enfrentado durante estos dos años y medio el odio y la pugnacidad del gobierno nacional», expresó el líder gremial, quien advirtió que las medidas actuales aumentan la incertidumbre para los inversionistas. Según Fenalcarbón, la producción de carbón en el país ha caído significativamente en los últimos años, y estas nuevas medidas podrían agravar aún más la situación.

Pérdidas de empleo e inversión extranjera

Por su parte, Nelson Castañeda, presidente de la Cámara Colombiana de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol), alertó que la medida podría generar una pérdida de más de $200.000 millones en la caja de las empresas del sector. Esto impactaría tanto la generación de empleo como la inversión extranjera, ya que los capitales internacionales suelen optar por países con un entorno de estabilidad jurídica.

«Reducir los recursos de los generadores de riqueza en el sector energético tendrá efectos negativos en los encadenamientos productivos y en la creación de empleo», advirtió Castañeda.

A su juicio, en lugar de aplicar más cargas impositivas, el Gobierno debería incentivar la inversión privada, pues esto, según él, generaría mayores ingresos fiscales a largo plazo.

Con estas nuevas medidas, la producción de petróleo en Colombia se vuelve más costosa, lo que podría llevar a que las reservas nacionales queden sin explotar, afectando tanto la economía del país como su capacidad para atraer inversión en el futuro.

El sector energético se encuentra, así, en un momento de incertidumbre, con un claro llamado a las autoridades para revisar las políticas que podrían poner en riesgo su estabilidad y crecimiento.