El episodio, en medio de un diferendo limítrofe, desató críticas cruzadas en ambos países y reabrió preguntas sobre límites entre campaña electoral y política exterior en la frontera amazónica. El precandidato fue fustigado duramente por ciudadanos peruanos como quedó registrado en los videos.
Daniel Quintero, precandidato presidencial y exalcalde de Medellín, viajó a la isla Santa Rosa —territorio reconocido internacionalmente como parte de Perú— y allí izó la bandera de Colombia. El momento fue difundido en sus redes con la frase “Patria o muerte”. El hecho ocurrió en medio de tensiones previas por incidentes en la zona amazónica y sin autorización de autoridades peruanas.
El punto fronterizo, ubicado frente a Leticia y en jurisdicción del distrito de Santa Rosa (Loreto), ha concentrado episodios recientes: instalación y retiro de banderas, sobrevuelos de aeronaves y retenes con verificación de personal. En ese marco, la presencia de un aspirante presidencial introdujo un componente político a un diferendo que, por regla, transitan la Cancillería y los canales diplomáticos amparados en el Tratado de Río de Janeiro (1934).
A través de un comunicado, la Embajada de Perú en Colombia rechazó de plano la acción del precandidato petrista, advirtiendo que, contrario a lo que suponen Quintero y su equipo de asesores, propicia la violencia y alejamiento de la hermandad regional.
“Este tipo de actos no contribuyen a la histórica convivencia armónica y pacífica que existe entre las comunidades y autoridades peruanas y colombianas de la zona. Acciones innecesarias como la ocurrida distraen los esfuerzos de cooperación que el Perú y Colombia deben priorizar para enfrentar juntos los retos impostergables que afectan negativamente a las poblaciones fronterizas de ambos países”, señala la nota oficial de la Embajada.
Desde Lima, la respuesta fue más vehemente: la congresista Patricia Juárez (Fuerza Popular) presentó una moción para declararlo persona no grata, exhortar al Ejecutivo a prohibirle el ingreso y respaldar a la Cancillería peruana. “Su provocación al izar la bandera de su país en territorio peruano es una afrenta directa a nuestra soberanía. ¡Esta provocación no quedará impune!”, señaló.
El documento advierte riesgos para la estabilidad fronteriza y enmarca el episodio en las declaraciones recientes del presidente Gustavo Petro sobre la isla Chinería y la administración del distrito de Santa Rosa. En Colombia, el gesto generó de inmediato lecturas encontradas. Para simpatizantes de Quintero, se trata de un acto simbólico en defensa de la soberanía.
En contraste, voces críticas cuestionaron su pertinencia en campaña. La exdirectora de Semana y también precandidata presidencial, Vicky Dávila, comparó la escena con un programa de entretenimiento y lamentó “el oso” para colombianos y peruanos.
Por su parte, el analista David Ghitis sostuvo que la conducta de Quintero, una figura pública en el país constituye una provocación a la soberanía peruana y se unió a la petición de la congresista Juárez.
“Muy pendejo Daniel Quintero. Cruza el río Amazonas y entrar en aguas peruanas, para llegar a la isla peruana de Santa Rosa e izar la bandera de Colombia en un acto de provocación. No se puede determinar que es más grave: la violación y provocación de la soberanía del Perú o el grado de estupidez del candidato presidencial”, escribió el columnista en su cuenta en X.
También hubo reparos sobre el registro difundido. El periodista Eduardo Menoni afirmó que el video omitió el momento en que Quintero abandonó la zona tras ser increpado por ciudadanos peruanos y que la bandera “no duró ni cinco minutos plantada”. El equipo del precandidato no se ha referido a ese señalamiento en detalle; su publicación se centró en el mensaje de afirmación nacional.
Finalmente, según varios analistas e internautas, este episodio reabre, en clave electoral, un debate de fondo: los límites entre el uso de símbolos patrios y la política exterior en campaña y sus efectos inmediatos y a futuro.