Mientras el Congreso define el destino de la reforma, millones de usuarios continúan enfrentando barreras para acceder a la atención médica que requieren.
La reciente aprobación de la reforma a la salud en su segundo debate en la plenaria de la Cámara de Representantes ha encendido las alarmas en el sector.
ACEMI, el gremio que agrupa a las principales EPS del país, advirtió en un comunicado que el sistema atraviesa una crisis generalizada que requiere soluciones inmediatas, más allá del debate legislativo que aún falta por surtirse en el Senado.
De acuerdo con la entidad, el trámite de la reforma en la Comisión Séptima del Senado y la posterior discusión en la plenaria tomarán al menos tres meses más. Sin embargo, ACEMI alertó que el sistema no soportará ese tiempo sin decisiones de fondo que atiendan problemas estructurales como el desfinanciamiento y la falta de acceso oportuno a los servicios de salud.
Un sistema en cuidados intensivos
Ana María Vesga, presidenta de ACEMI, fue enfática al señalar que el problema central no es la reforma en sí, sino la crisis actual que afecta a millones de pacientes en todo el país.
«Este es un paciente en cuidados intensivos, un sistema que está siendo controlado mayoritariamente por las intervenciones del Gobierno y que muestra muchos síntomas de gravedad. Los pacientes críticos no están recibiendo sus tratamientos, muchas clínicas y hospitales anuncian el cierre de servicios y las quejas han aumentado sustancialmente. A este paciente hay que atenderlo con acciones urgentes», afirmó.
Uno de los puntos más preocupantes para el gremio es la falta de claridad sobre el futuro del sistema una vez implementada la reforma.
Según ACEMI, no hay certezas sobre si la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES) tiene la capacidad para asumir funciones clave como pagador, auditor, contratante, evaluador y financiador del sistema.
Además, cuestionan la ausencia de roles definidos entre los actores responsables de la atención del paciente y el riesgo de un desborde presupuestal sin un mecanismo adecuado de control.
Una reforma sin consenso
El comunicado también destaca que no hay un acuerdo entre las asociaciones de pacientes y usuarios sobre la pertinencia de la reforma.
«Para ACEMI, la aprobación se dio en un escenario de discusión política, en el que el Gobierno impuso sus mayorías y desplazó un debate de fondo sobre los temas más relevantes de la salud en Colombia», señala el documento.
Si bien el proyecto de reforma continuará su trámite en el Senado, ACEMI insistió en la urgencia de financiar adecuadamente el sistema, como lo ha ordenado la Corte Constitucional, y de tomar decisiones con la participación de todos los actores involucrados para evitar una crisis aún mayor.
Para el gremio, las EPS cumplen un papel fundamental en la gestión de la salud y su eliminación podría generar un impacto negativo en el acceso y la prestación de servicios a los colombianos.