Esta ONG es una organización integrada por excombatientes de la guerrilla desmovilizados que ahora son civiles y trabajan en dos propósitos específicos: la búsqueda de los desaparecidos de manera forzosa por las Farc y resarcir a las víctimas de la violencia.
“Iniciamos un proceso de desmovilización masiva de guerrilleros y lo hicimos a través de la visita a los reclusos que estaban en las cárceles de todo el territorio colombiano para dialogar con ellos y convencerlos de dejar la criminalidad y reincorporarse a la vida civil”.
Así se expresó Álvaro Agudelo, presidente de la Corporación Manos por la Paz, en el acto de presentación de la Comisión Civil para el Esclarecimiento de la Verdad promovido por la senadora María Fernanda Cabal Molina y realizado en el Congreso de la República.
Agregó que convencieron “a muchos compañeros activos en la guerrilla a someterse a la ley de justicia y paz y, luego de un acuerdo con el gobierno, 600 de ellos aceptaron y logramos que se desmovilizaran y pasaran a la vida civil”.
Agudelo indicó que los esfuerzos que han hecho como ex combatientes de las Farc han estado enfocados en buscar a las víctimas para resarcirlas y a detectar el paradero de las personas desaparecidas.
“Asimismo trabajamos en el propósito de responsabilizar a quienes dieron las ordenes y perpetraron las acciones guerrilleras y desde qué lugar se realizaban y hacía dónde se dirigían desde el secretariado de las Farc”, recalcó.
Fosas comunes
De acuerdo con Álvaro Agudelo, la Corporación Manos por la Paz se unió estratégicamente con la Federación de Víctimas de la Farc, Fevcol y, en ese sentido, han forjado un buen equipo de trabajo que se ha dedicado a las selectas misiones de búsqueda de personas desaparecidas.
“Hemos realizado 60 misiones de campo para investigar los casos de desapariciones forzadas y sobre ellos hemos presentado los debidos informes a la JEP. Entregamos unas 100 fosas comunes o sepulturas que no las han tenido en cuenta porque no las han terminado”, manifestó.
Para Agudelo este tema es de vital trascendencia para la ley de Víctimas y muy doloroso. Se refirió a un encuentro específico y es el del municipio de la Unión – Peneya en el departamento del Caquetá, “allí encontramos cerca de 60 cuerpos sin vida de personas que estaban como NN, algunos civiles, otros eran guerrilleros y también había combatientes que fueron fusilados por la guerrilla”.
Recientemente la Corporación Manos por la Paz conformó la red ADN -Búsqueda de Personas Desaparecidas- y lo hizo de manera conjunta con la Corporación Rosa Blanca y Fevcol. “Somos huérfanos porque la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas nos ha desconocido por completo y nos ha cerrado sus puertas. La única que nos ha escuchado es la JEP específicamente las doctoras Lili Rueda y Julieta Lemaitre”, recalcó.