La entidad pidió al ministro del Interior retractación inmediata por considerar que estigmatiza la movilización social, mientras que el alto funcionario defendió su posición y señaló que los manifestantes no buscaban dialogar, sino “calentar el ambiente” con tomas de edificios públicos.
Una nueva polémica enfrentó al Ministerio del Interior con la Defensoría del Pueblo, luego de que el titular de la cartera, Armando Benedetti, afirmara que las protestas del Congreso de los Pueblos en Bogotá habrían contado con “estructuras delincuenciales” detrás de su organización.
En declaraciones a medios, el ministro relató los hechos que motivaron su postura: “ellos llegaron la madrugada del lunes a la sede de la Universidad Nacional en Bogotá y en la madrugada del martes ya se estaban tomando los ministerios y las otras oficinas. Luego, ellos no venían a negociar, venían a calentar el ambiente de convivencia. Eso no lo hace alguien que quiere negociar. Es claro que ahí tienen que ver estructuras delincuenciales. Todo estaba planeado para eso, premeditado”.
Las palabras de Benedetti provocaron la reacción inmediata de la Defensoría del Pueblo, que calificó sus declaraciones como “incoherentes con el compromiso del Gobierno Nacional de no estigmatizar a los movimientos sociales”. En un comunicado difundido en su cuenta de X, el organismo sostuvo: “no es obvio que haya estructuras criminales detrás de las protestas del Congreso de los Pueblos. Lo obvio es que la protesta social es un derecho y el Gobierno es la primera autoridad encargada de garantizarla y no estigmatizarla”.
Yendo más allá, desde la entidad le recordaron al ministro del Interior que las autoridades deben actuar bajo el marco de la Sentencia SU-546 de 2023, en la que la Corte Constitucional declaró un estado de cosas inconstitucional en la protección de líderes y lideresas sociales, ordenando al Estado prevenir la violencia y promover el diálogo con las organizaciones sociales.
“Pedimos al ministro del Interior retractarse de sus declaraciones y generar espacios de diálogo social con los protestantes para absolver sus reclamos”, agregó la Defensoría, que también exhortó a las organizaciones a ejercer la protesta de manera pacífica.
Horas más tarde, el ministro en su acostumbrado estilo arremetió contra la Defensoría, asegurando que los manifestantes solo quieren generar caos y confusión para que el Gobierno Nacional acceda de manera inmediata a sus demandas. “Lo único que no es obvio es que no quieran dialogar las organizaciones sociales con el Gobierno del diálogo, y tampoco es obvio que se tomen cinco edificios del Estado teniendo que evacuar bajo el pánico a cientos de personas y sin que nadie pueda trabajar por dos días. Eso no es obvio”, escribió Benedetti en X citando la petición de la entidad.
Finalmente, algunos analistas y opinadores aseguran que este nuevo rifirrafe evidencia un choque entre el enfoque de orden público del Ejecutivo y el enfoque garantista de la Defensoría, en un momento en que los movimientos sociales exigen mayor coherencia del Gobierno con su discurso de diálogo.