En el programa están trabajando con 1900 agricultores en 16 estados, que son asesorados en buenas prácticas por especialistas que ellos mismos eligen. De acuerdo con los expertos, el primer beneficio que se alcanza al adoptar este programa es que mejora la calidad del suelo y se obtiene mayor productividad.
«Los suelos son parte de la solución para la seguridad alimentaria y ambiental y los agricultores juegan un rol clave para conservar la biodiversidad y mitigar el cambio climático», indicó el científico Rattan Lal, líder del programa.
Tras 28 meses de su puesta en marcha, el programa Suelos Vivos de las Américas ha logrado resultados concretos y generado una creciente conciencia acerca de la importancia que la salud de los suelos tiene para la seguridad alimentaria en el continente y a nivel global.
Precisamente, en días pasados, durante la reunión de miembros de los comités directivos del programa realizada en la Sede Central del IICA, en Costa Rica, se presentaron algunos de los logros obtenidos y se trazó la hoja de ruta para el resto de 2023.
Por ejemplo, Alessandra Fajardo, directora de Alianzas de la Cadena de Valor Alimentaria para América Latina de Bayer, presentó los avances del programa Pro Carbono que la compañía lanzó en Brasil para favorecer el secuestro de carbono en los suelos.
“Estamos trabajando con 1900 agricultores en 16 estados, que son asesorados en buenas prácticas por especialistas que ellos mismos eligen. El primer beneficio que se alcanza al adoptar este programa es que mejora la calidad del suelo y, en consecuencia, se obtiene una mayor productividad. El agricultor empieza a ver la diferencia en el bolsillo inmediatamente, además de que tiene la perspectiva futura de vender carbono”, señaló Fajardo.
Por su parte, Javier Peris, gerente técnico de Agroecosistemas de Syngenta, explicó que la compañía realiza varios proyectos vinculados a la conservación del suelo. Dio detalles del programa Livingro, que está ejecutándose en seis países y que promueve a los agricultores para que pongan en marcha protocolos específicos en sus cultivos.
“Se trata de prácticas agrícolas sostenibles y para diseñarlas y mejorarlas colaboramos con 25 instituciones de investigación en los países, revelando datos, porque muchas veces lo que falta es información”, dijo Peris.
¿Quiénes integran el programa?
El programa Suelos Vivos de las Américas, lo lidera el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el científico Rattan Lal, director del Centro de Manejo y Secuestro de Carbono (C-MASC), de la Universidad Estatal de Ohio, y con la colaboración de gobiernos, organismos internacionales, compañías del sector agrario como Bayer y Syngenta, universidades y organizaciones de la sociedad civil.
El proyecto, lanzado en diciembre de 2020, ha dado forma a una robusta coalición que está dando batalla contra la degradación de un recurso fundamental para la salud y la vida y ya ha obtenido logros concretos y palpables; este se ejecuta en ocho países de la región: Brasil, Canadá, Chile, Colombia, El Salvador, México, Perú y Uruguay, con el apoyo de los ministerios de Agricultura de esas naciones.
Además, vincula la ciencia, las políticas públicas, el sector privado y el trabajo de restauración de los suelos en el hemisferio, cuyo deterioro amenaza la posición de América Latina y el Caribe como garantía de la seguridad alimentaria global.
Detener la degradación de la tierra y la agricultura, que agota la materia orgánica de los suelos, es el objetivo fundamental del programa, promoviendo prácticas de manejo de tierras, así como la mitigación del cambio climático, mediante ecosistemas que acumulen más carbono en los suelos . Ésta es una batalla frente a un problema que amenaza la posición de América Latina y el Caribe como garantía de la seguridad alimentaria global.
Restaurar tierras
La degradación, la deforestación y el sobrepastoreo han afectado la salud de los suelos de la región, con graves consecuencias sociales, especialmente para los pequeños productores agrícolas que se encuentran entre los sectores más pobres de la población. Las emisiones de gases de efecto invernadero por el cambio de uso del suelo, por su parte, representan un 42% de las emisiones totales de la región.
El director general del IICA, Manuel Otero, afirmó durante la reunión anotada, que la plataforma Suelos Vivos de las Américas ha venido alcanzando los objetivos propuestos de concienciar sobre la importancia de abordar de manera seria la degradación de los suelos (que en la región, alcanza en promedio a un 30% de las tierras) y promover la recuperación de las mismas.
Por su parte, Lloyd Day, subdirector general de la institución, felicitó a quienes adelantaron el proyecto y afirmó que la agricultura en América Latina está trabajando para restaurar tierras y cuencas hidrográficas.
Aunque la degradación del suelo en la región sigue siendo un problema grave, Manuel Otero considera que hay razones para ser cautelosamente optimistas y pensar que, trabajando en conjunto, se puede revertir este problema.