El gremio hizo un llamado para que se corrijan los errores metodológicos y se fortalezcan los canales de comunicación y control, con el fin de asegurar una financiación adecuada del sistema y una atención efectiva para todos los usuarios.
Tras seis semanas de sesiones técnicas, culminaron el pasado martes las mesas de revisión de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), mecanismo fundamental en la financiación del sistema de salud colombiano.
El balance entregado por ACEMI, gremio que agrupa a las EPS del régimen contributivo, fue crítico frente al manejo y análisis de la información por parte del Ministerio de Salud y Protección Social.
Durante las reuniones, que iniciaron el 20 de marzo, se abordaron temas clave como frecuencias de atención, severidad, siniestralidad, inclusiones en el Plan de Beneficios en Salud y ajustes técnicos.
Sin embargo, para ACEMI, persisten serias deficiencias metodológicas y de gestión de datos que comprometen la precisión del cálculo de la prima anual que reciben las EPS para atender a sus afiliados.
Según el gremio, uno de los principales problemas es la baja calidad en los reportes que sirven como insumo base. La falta de estandarización y la ausencia de mecanismos efectivos de retroalimentación entre el Ministerio y los actores del sistema han llevado, aseguran, a la exclusión de información relevante.
En algunos casos, acusan al MSPS de aplicar filtros arbitrarios y juicios de valor para eliminar datos que presentan desviaciones, sin investigar las causas subyacentes.
“La información no solo debe ser responsabilidad de las EPS. Prestadores y proveedores también deben estar obligados a garantizar datos fiables, y el Ministerio debe liderar este proceso mediante mecanismos de verificación cruzada”, expresó ACEMI.
Incluso propusieron el uso de los Registros Individuales de Prestación de Servicios de Salud como fuente alternativa, aunque reconocieron los rezagos en su reporte por parte de las IPS.
Otro punto crítico fue la falta de rigor técnico en la evaluación de variables clave. ACEMI denunció que el análisis de la severidad de las atenciones ha sido reemplazado por proyecciones basadas en la inflación general, lo que no refleja adecuadamente el comportamiento real de los costos en salud. Además, el dato de inflación usado por el Ministerio entre 2021 y 2024 fue inferior al observado, lo que habría generado un déficit acumulado de cerca de 10 billones de pesos.
En cuanto a la siniestralidad, la relación entre costos e ingresos, el panorama es aún más preocupante. La Superintendencia Nacional de Salud reportó que esta alcanzó el 109,5% en 2024, es decir, los gastos superaron los ingresos en casi un 10%.
ACEMI también reveló que durante las mesas técnicas se entregó al Ministerio un análisis detallado de estas inconsistencias, junto con los datos financieros de las EPS afiliadas.
Sin embargo, señaló que las EPS que se encuentran bajo intervención estatal no cumplieron con su deber de reportar información financiera, responsabilidad que recae directamente en el gobierno.