La deuda interna alcanzó $770,9 billones, mientras que la externa se ubicó en $351,4 billones. En conjunto, sumaron $1.122,3 billones, lo que representa un nivel de endeudamiento que mantiene bajo presión la sostenibilidad fiscal del país.
Con corte a julio de 2025, la deuda pública total de Colombia ascendió a $1.122,3 billones, equivalente al 61,8% del Producto Interno Bruto (PIB), según los más recientes registros del Ministerio de Hacienda.
El dato confirma que el país mantiene un nivel de endeudamiento alto en comparación con los parámetros internacionales de sostenibilidad fiscal. Del total, la deuda interna fue de $770,9 billones, cifra que corresponde al 42,5% del PIB.
Esto significa que el gobierno se ha financiado principalmente en el mercado local, una estrategia que disminuye la exposición inmediata a factores externos pero concentra el riesgo en la dinámica de ahorro interno y en las tasas de interés nacionales.
Por su parte, la deuda externa se ubicó en $351,4 billones, equivalente al 19,4% del PIB. Aunque en proporción es menor que la interna, representa una vulnerabilidad frente a la volatilidad de la tasa de cambio y a la salida de capitales en contextos de incertidumbre global.
Analistas y opinadores señalan que superar el umbral del 60% del PIB supone un punto de alerta para economías emergentes como Colombia. En ese rango, los costos de financiamiento tienden a aumentar y el margen de maniobra fiscal se reduce, lo que obliga a depender de un mayor crecimiento económico y de estrategias tributarias más efectivas para evitar un deterioro de la calificación crediticia.
La discusión sobre el endeudamiento se convierte en un asunto clave de la agenda pública. Por un lado, plantea interrogantes sobre la capacidad del gobierno para sostener la inversión social y de infraestructura sin elevar la presión tributaria, mientras, por el otro, será un elemento central en los debates sobre la reforma fiscal y en las decisiones de política monetaria del Banco de la República en lo que resta del año.