Un total de 24 departamentos sembraron cultivos genéticamente modificados el año pasado. Meta de nuevo se ubicó como el principal productor en el país con un total de 61.338 hectáreas sembradas.
Un récord en la adopción de cultivos genéticamente modificados (GM) alcanzó Colombia el año pasado: 154.677 hectáreas sembradas, según reveló el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).
“Este crecimiento refleja la creciente confianza en la biotecnología como herramienta clave para la sostenibilidad y competitividad del agro colombiano”, destacó María Andrea Uscátegui, directora ejecutiva de la Asociación de Biotecnología Vegetal Agrícola Agro-Bio.
El maíz genéticamente modificado se consolidó como el cultivo líder, con 142.711 hectáreas sembradas, lo que supone un incremento del 20% respecto al año anterior. Este cultivo representó el 36 % del total de hectáreas de maíz en el país, y contribuyó con más del 50 % de la producción de grano, que alcanzó las 1.6 millones de toneladas, de acuerdo con Fenalce. El aumento subraya el papel crucial de la biotecnología para satisfacer la demanda interna de alimentos y fortalecer la seguridad alimentaria de Colombia.
«La cifra de aumento en la superficie sembrada con maíz genéticamente modificado es reveladora para Colombia. No solo mejora la competitividad de miles de pequeños y medianos agricultores que dependen de este cultivo, sino que también nos pone un paso más adelante en el largo camino que tenemos que recorrer para lograr cubrir la demanda nacional de maíz que cada año es mayor, no solo para el consumo directo en nuestra mesa sino para las necesidades de que tienen industrias en crecimiento como la avícola, porcícola y acuícola en el país», afirmó Uscátegui.
Algodón y soya
El algodón GM fue sembrado en 7409 hectáreas registrando una disminución con respecto al año anterior debido a diferentes factores. Según César Pardo Villaba, presidente de Conalgodón, el bajo precio internacional ha desincentivado la siembra de este cultivo, además de la fuerte competencia con otros cultivos como el maíz y el arroz que ofrecen condiciones de pago más atractivas, con liquidaciones inmediatas, mientras que el algodón puede tardar hasta tres meses en ser liquidado.
Por otra parte, la soya GM alcanzó las 4557 hectáreas sembradas. Este cultivo fue aprobado en el país en 2010, pero no se había comercializado antes en el país.
Agro-Bio manifestó que 24 departamentos sembraron cultivos genéticamente modificados en 2023. Meta de nuevo se ubica como el principal productor en el país con un total de 61.338 de hectáreas sembradas en 2023, seguido de Tolima con 25.588; Córdoba con 24.521; Valle del Cauca con 14.707 hectáreas y Cesar con 12.041 hectáreas.
El avance en la adopción de estos cultivos es un reflejo de los beneficios que la biotecnología ofrece en términos de resistencia a plagas y facilidad de manejo del cultivo, lo que se traduce en mejores rendimientos y productividad para los agricultores. A través de la adopción de nuevas y mejores tecnologías en semillas, Colombia sigue alineada con las tendencias globales hacia una agricultura más eficiente y sostenible.
Llamado a sembrar refugio en los cultivos transgénicos
Agro-Bio hizo un llamado a los agricultores que cultivan maíz y algodón genéticamente modificados para que cumplan con la regulación vigente en lo que respecta a la siembra de refugios en sus terrenos.
“Los refugios son áreas dentro del cultivo transgénico que se siembran con semillas convencionales o con semillas genéticamente modificadas tolerantes a herbicidas, y son esenciales para prevenir el desarrollo de resistencia en plagas y garantizar la sostenibilidad a largo plazo de estas tecnologías. Al cumplir con esta práctica, los agricultores no solo protegen sus cosechas futuras, sino también sus bolsillos, protegiendo la eficacia y los beneficios de los cultivos biotecnológicos a largo plazo en el país”, concluyó.