Miguel Gómez Martínez se refirió a temas de actualidad del país. Habló de las negociaciones con el ELN y sobre la compra y venta de tierras en Colombia.
Aunque la posibilidad de lograr un acuerdo con el ELN a través de la mesa de diálogo cada vez genera más incredulidad por parte de los ciudadanos, Miguel Gómez Martínez, expresidente de Fasecolda, se mostró optimista e indicó que ‘la esperanza es lo último que se pierde’.
“El ELN ha demostrado, lamentablemente, que su vocación de paz es esquiva y que tienen unos objetivos estables estratégicos que no están dispuestos a ceder en ninguna mesa de negociaciones, lo que hace muchísimo más complejo el proceso de encontrar acuerdos”, indicó Gómez Martínez, quien, aunque no es optimista del proceso sí señaló que se debe esperar y medir por los hechos más no por los discursos.
En ese mismo sentido señaló que el cese al fuego debe ser un requisito innegociable en todo proceso de paz.
“En el caso del ELN, ellos negocian desde una posición de fuerza y por lo tanto no están dispuestos a aceptar ningún gesto que demuestre solo buena voluntad. Para ellos, la fuerza y el control territorial es parte de su doctrina y por ello los ceses al fuego con el ELN han sido muchísimo más difíciles y más inestables”.
El expresidente de Fasecolda fue enfático en indicar que se debe creer inicialmente en la voluntad de quienes están sentados en la mesa.
“Hay que creer que el ELN piensa más en el país que en sus intereses puntuales. Pero nuevamente, lo importante en los procesos de paz no son los discursos y las manifestaciones de voz, sino el compromiso con la búsqueda de unos acuerdos que sean aceptables para las partes”, señaló el exdirigente gremial.