Los sicarios que asesinaron a la patrullera Paula Ortega contaron detalles de los planes que tendría el bloque Jorge Briceño de las FARC, al mando de alias El Viejo o Sergio Carvajal en el Huila.
Los asesinos Nelson Ocampo Morales y Jeison Fernando Ramírez Fajardo, capturados por uniformados de la Policía Metropolitana de Neiva, confirmaron que realizaron labores de inteligencia previas en la ciudad con el propósito de ultimar a un uniformado en la capital del Huila.
El plan inicial era atacar a un policía en el CAI ubicado en el Parque de los Periodistas en Neiva. Sin embargo, la llegada de policías de civil a dichas instalaciones impidió que pudieran llevar a cabo la acción.
En otro intento, estuvieron a punto de atacar a un policía en vía pública, pero al notar que no llevaba su arma de dotación, decidieron desistir de la acción.
Finalmente, tras rondar una vía principal, identificaron a una patrullera en un semáforo con su arma de servicio visible, lo que llevó a los criminales a ultimarla y robarle su pistola. Se trataba de Paula Cristina Ortega.
Sicarios del bloque Jorge Briceño de las FARC
Los criminales usaron silenciador en su arma como táctica para evitar llamar la atención por el ruido y disminuir la posibilidad de una reacción policial. Además, según las directrices del bloque guerrillero, el propósito es presionar las extorsiones y atacar tanto a policías como a militares.
El hurto de la pistola a la uniformada es la evidencia de que cumplieron la misión delegada por el cabecilla de las Farc. Los sicarios indicaron que ellos no tienen experiencia en ese tipo de acciones, manifestaron que era la primera vez que cometen un hecho de este tipo.
Las directrices son claras por parte del grupo guerrillero: la implementación del plan pistola o el lanzamiento de granada a un CAI o vehículo institucional.
Las autoridades están analizando las medidas del caso para salvaguardar la vida de los uniformados.
A la cárcel
El plan candado implementado por las autoridades en las vías de ingreso y salida de la capital del Huila permitió la identificación y captura de los imputados en el corregimiento de San Antonio de Anaconia, zona rural de Neiva.
Durante el operativo se halló una granada de fragmentación y 250 gramos de explosivo tipo pentolita, así como dos armas de fuego, una de ellas era el arma de dotación de la víctima, y un silenciador.
Ocampo Morales y Ramírez Fajardo fueron enviados a la cárcel, se les imputaron los delitos de homicidio agravado; fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las fuerzas armadas; hurto calificado y agravado, ocultamiento de elemento material probatorio.
El último delito se les formuló teniendo en cuenta que, al parecer, los capturados intentaron alterar las características de la motocicleta en la que se movilizaban, para no ser identificados. Los acusados no aceptaron los cargos.