Las fallas en el sistema han favorecido la aparición de tramitadores para obtener una cita, agravando así la situación y creando un mercado paralelo para el servicio.
En una reciente inspección a las instalaciones de la Cancillería, la Procuraduría desveló serias deficiencias en el software de agendamiento de citas para la emisión de pasaportes. El equipo liderado por Claudia Hernández, segunda delegada para la vigilancia de la Función Pública, encontró un sistema desactualizado y obsoleto que ha estado afectando la capacidad de funcionamiento de la plataforma utilizada para asignar citas a los ciudadanos.
La inspección tuvo como objetivo principal identificar los problemas que impiden a los ciudadanos acceder con facilidad a los servicios de pasaporte. Durante la diligencia, los investigadores indagaron en profundidad sobre el proceso de asignación de horarios y cupos, que ha sido uno de los mayores inconvenientes reportados por los usuarios. Estos problemas han llevado a muchos ciudadanos a recurrir a tramitadores para obtener una cita, exacerbando así la situación y creando un mercado paralelo para el servicio.
A pesar de que los funcionarios de informática de la Cancillería, que participaron en la inspección, respondieron a las inquietudes planteadas por el ente de control y anunciaron la implementación de un nuevo sistema, la procuradora Hernández no se mostró complacida con las soluciones propuestas.
Enfatizó en la necesidad de una actualización urgente del sistema y de la implementación de controles de seguridad informática más rigurosos para evitar posibles focos de corrupción y la actuación de tramitadores. La delegada destacó que las prácticas corruptas no pueden ser toleradas y urgió a adoptar medidas que fortalezcan la integridad del sistema.
Al finalizar la inspección, la procuradora exigió un cronograma detallado de trabajo y una ampliación en la capacidad de personal para mejorar la atención al ciudadano. La demanda de citas para pasaportes ha superado la oferta, con una entrega promedio de 2300 citas diarias, lo que pone en evidencia la necesidad urgente de reformas para atender adecuadamente la alta demanda.
Esta intervención de la Procuraduría pone de relieve la presión que enfrenta el Ministerio de Relaciones Exteriores para modernizar y hacer más eficiente su sistema de atención al público, garantizando así un servicio más transparente y accesible para todos los ciudadanos.