Expertos de Intagri señalan que las altas temperaturas afectan la fisiología vegetal, reducen la humedad del suelo y comprometen la seguridad alimentaria. También se incrementan los riesgos de deshidratación y enfermedades por estrés térmico en trabajadores rurales y urbanos.
El Caribe colombiano podría vivir hasta nueve meses al año bajo condiciones de calor extremo hacia 2050, según una proyección basada en la temperatura de globo húmedo (WBGT), que combina calor, humedad y radiación solar. Ciudades como Barrancabermeja (354 días), Quibdó (301), Barranquilla (278) y Santa Marta (267) figuran entre las más afectadas.
El umbral crítico de 30,5 °C representa el punto en que el cuerpo humano pierde su capacidad natural de enfriarse, lo que incrementa el riesgo de deshidratación, golpes de calor y fallos fisiológicos, sobre todo en quienes trabajan al aire libre.
Según el Instituto para la Innovación Tecnológica en la Agricultura (Intagri), las olas de calor generan efectos directos e indirectos en la producción agropecuaria: desde daños físicos en cultivos y animales hasta pérdidas en los rendimientos potenciales y aumento de los costos operativos.
Las temperaturas elevadas afectan procesos críticos como la fotosíntesis, la respiración y la absorción de nutrientes, reducen el crecimiento de raíces y brotes, y aceleran la evaporación de la humedad del suelo, dejando menos agua disponible para las plantas.
En cultivos como arroz, banano, yuca y palma, los más comunes en el Caribe colombiano, estas condiciones pueden traducirse en pérdidas de hasta el 30 %, especialmente en zonas con acceso limitado al riego.
Intagri también advierte que el impacto no es solo tangible (pérdidas económicas), sino también intangible: ansiedad por desastres, interrupción de actividades y afectaciones a la salud derivadas del estrés térmico.
Finalmente, los expertos señalan que, con una evapotranspiración creciente y caudales hídricos decrecientes, el Caribe necesitará adaptar sus prácticas agrícolas, gestionar mejor el agua y preparar su sistema de salud ante un entorno cada vez más hostil para la vida y el trabajo al aire libre.




