Aseguran que la progresiva disminución de la inversión privada en el país es uno de los principales argumentos para cambiar la perspectiva de la categoría BB+ que se mantiene. Recomiendan fortalecer el sector exportador para vigorizar el perfil de la economía nivel internacional.
El sostenimiento en el tiempo de perspectivas macroeconómicas positivas es, en cierta medida, una de las tareas fundamentales de un gobierno; en el entendido de que está compuesto por un equipo de personas altamente capacitadas para direccionar de manera correcta las finanzas de un país y con esto, elevar los niveles de bienestar de sus ciudadanos.
Las proyecciones en ese sentido para Colombia son más bien deficientes, pues, desde el Ministerio de Hacienda espera que el producto interno bruto (PIB) para el año en curso crezca alrededor del 3 %, siendo bastante optimistas dado el actual contexto.
“En noviembre de 2023 el Indicador de Seguimiento a la Economía repuntó 2,3 %, lo que contribuye a mejorar la perspectiva de crecimiento económico para el 2024”, declaró Ricardo Bonilla, jefe de la cartera de Hacienda. Esta estadística que desde el Gobierno Nacional se presentó como positiva, es en realidad todo lo contrario.
Rebaja la calificación
Precisamente, el pasado jueves 18 de enero se conoció un documento publicado por la calificadora de riesgo estadounidense S&P Global Ratings, donde a pesar de mantener para el país la categoría BB+, le otorga una perspectiva negativa.
Uno de los argumentos centrales de esta calificación tiene que ver con los problemas que se vienen presentando con la inversión privada, rubro que ha venido disminuyendo desde la posesión del presidente Petro, este asunto, dice S&P Global Ratings, está directamente relacionado con el lento crecimiento del PIB y la estabilidad macroeconómica del país a largo plazo.
“La perspectiva negativa indica que podríamos bajar la calificación durante los próximos dos años si el crecimiento económico está por debajo de nuestras expectativas, lo que indica una menor resiliencia económica y, en ausencia de medidas correctivas, contribuye a un deslizamiento fiscal o mayores vulnerabilidades externas”, dice uno de los apartes del documento emitido por la calificadora.
Este cambio de perspectiva implica la realización de estudios permanentes a las dinámicas económicas del país. A este respecto, S&P Global Ratings asegura en su informe que está dispuesta a “rebajar la calificación de Colombia durante los próximos dos años si el crecimiento económico está por debajo de nuestras expectativas”.
Finalmente, a pesar de lo complejo que pueda arecer el panorama, recomienda como única salida a la encrucijada, el fortalecimiento del sector exportador, afianzando el perfil de la economía colombiana frente al concierto internacional.
