En los últimos años se ha venido hablando de diversificar la canasta exportadora para dar oportunidad a que más productos colombianos puedan ser comercializados en el exterior.
Por Valora Analitik
No obstante, el café sigue siendo el tercer producto que más vende Colombia al mundo y por las oportunidades que tiene en el planeta, los expertos consideran que su protagonismo no solo se seguirá consolidando, sino que crecerá.
“El café continuará teniendo una enorme relevancia porque es un cultivo de gran tamaño, presencia nacional y genera un volumen de divisas y empleo que difícilmente se puede reemplazar en el corto plazo con otras actividades. Además, cuenta con algo que resulta una ventaja competitiva: una marca posicionada y diferenciada a nivel global”, aseguró Laura Clavijo, directora de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia.
De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en 2022 la participación del café en el total de las exportaciones anuales del país fue 6,90 %, con US$3.954 millones; lo que le permitió consolidarse en la tercera plaza, si se analiza por subsectores. El petróleo lideró con 33,1 % y US$19.000 millones; mientras que el carbón, que sumó US$12.288 millones y una relevancia de 21,5 %, quedó en el segundo lugar.
Colombia es reconocida hoy en el mundo por la exportación de café verde, de hecho, casi el 91 % de las ventas externas corresponden a esta referencia, frente al 9 % de café industrializado.
El café verde es una de las variedades denominadas como excelsas o suaves. A este grano -como indica la Federación Nacional de Cafeteros (FNC)- también se le conoce en ciertos países como café oro, semilla o almendra.
“Este se obtiene después de la remoción del pergamino como resultado del proceso de trilla. El café verde es el insumo básico para la elaboración del café tostado, el soluble y los extractos de café, y es la forma más común en la que es exportado a otros países”, indicó la agremiación.
Menos exportaciones
En lo corrido de este año a junio, las exportaciones de café disminuyeron un 15 % respecto al mismo periodo de 2022, al cerrar con 4,9 millones de sacos en los primeros seis meses, como consecuencia de los rezagos que dejó en las cosechas la temporada de lluvias del fenómeno de La Niña que se vivió con intensidad en el país desde el año anterior.
“Pero otro elemento fundamental de la caída también es la demanda internacional. Los mercados están comprando menos por lo que ha pasado en la economía mundial, alta inflación, altas tasas de interés, que lleva que los consumidores disminuyan su consumo”, relató Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex).
En consecuencia, agregó, “los precios de café habían subido, el producto se encarece en los mercados internacionales y los consumidores empiezan a demandar menos. Yo diría que ahí está la explicación de por qué estamos exportando menos, no solamente porque hay una menor producción, sino porque hay una menor demanda global”.
Pero ahora el panorama es otro, pues de acuerdo con los pronósticos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) las precipitaciones disminuirán entre 10 % y 20 % durante el trimestre julio-septiembre de 2023 en varias zonas del país y se extendería la tendencia el resto del año y una parte de 2024, respondiendo a las alzas de temperatura por el Fenómeno de El Niño.
Para la directora de Investigaciones Económicas de Bancolombia, “en una mirada de más largo plazo, más que crecimiento, lo que se observa es un cambio de dinámica en el mercado: el consumo de café en las nuevas generaciones se ha ido sofisticando, con consumidores que buscan aromas y notas diferenciadas, para lo cual están dispuestos a pagar una prima; esto se está observando tanto en países desarrollados como en Colombia”.
Así se exporta el café colombiano al mundo
En el sector cafetero, en particular, las exportaciones son de gran relevancia pues en Colombia solo se consume un poco más de un millón de sacos, mientras que las ventas externas representan el 93 % de lo que se produce.
De acuerdo con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) la producción mundial de café para el periodo 2023/24 se pronostica 4,3 millones de sacos (60 kilogramos) más que el anterior año, hasta los 174,3 millones.
En este contexto es importante señalar que Estados Unidos importa la segunda mayor cantidad de granos de café en el mundo y sus principales proveedores son Brasil (31 %), Colombia (19 %), Vietnam (10 %) y Guatemala (6 %).
Colombia tiene entonces una oportunidad de seguir creciendo en ese mercado y es que como indican las cifras, Estados Unidos es el principal país de destino de las exportaciones de café colombianas con un 43 %. A este le siguen Bélgica (7,6 %), Alemania (6,9 %) y Canadá (6,3 %).
Cada grano de café que se envía al mundo es certificado por la Federación Nacional de Cafeteros que tiene en los puertos los laboratorios para vigilar la calidad del producto y que este cumpla con los estándares en materia de humedad para que no se deteriore.
Por delegación del Gobierno Nacional -de acuerdo con la Ley 9 de 1991, con el Capítulo XIII del Decreto 1165 de 2019 y con el Decreto 1714 de 2009- todo el que quiera exportar debe tener autorización de la Federación, pues esta es la entidad encargada de llevar el Registro Nacional de Exportadores de Café y de establecer los requisitos para la inscripción de tostadoras, trilladoras y fábricas de café soluble en Colombia.
En este semestre de 2023, de enero a mayo, el 19 % de las exportaciones de café hechas por el país fueron de la Federación, el resto fueron de privados. Con respecto a las privadas, 20 empresas concentran el 90 % de las de las ventas totales de café al exterior y 75 % del café exportado fue de firmas de Asoexport y Analdex.
Los puertos, aliados de los cafeteros
El presidente de Analdex explicó que el puerto de Buenaventura es el que canaliza la mayor exportación del café del país. Hasta junio, el 60,06 % de las ventas al exterior de este producto se hicieron por allí: 2,46 millones de sacos de café verde y 75.475 sacos de café industrializado.
En segundo lugar, esta Cartagena con el 33,94 % de las exportaciones de café (verde, 1,14 sacos; industrializado, 280.168 sacos) y después viene Santa Marta, con el 6,03 % de las exportaciones.
“La salida natural del café es Buenaventura. Junto con el azúcar que se produce en el Valle del Cauca, el café es el producto que más se exporta desde aquí”, relató Liberio Cuéllar, gerente general de la Sociedad Portuaria de Buenaventura.
Cuéllar agrega que la zona cafetera queda más cerca de Buenaventura que de Cartagena o Santa Marta, que antes eran más cercanas a la vieja zona cafetera (Armenia, Quindío y Risaralda). “El café se ha ido al sur y el departamento que más café produce hoy es el Huila, claramente es más cerca de Buenaventura”.
El café del sur del país es cultivado y cosechado en 10 municipios, por 39.698 familias campesinas. En esta subregión, se encuentran ubicados los dos municipios con mayor área sembrada de café en Colombia, Pitalito y Acevedo (ambos en el Huila).
Para exportar café es importante tener en cuenta que se requiere un manejo adecuado porque el café verde no se puede almacenar indefinidamente, hay que controlar las temperaturas la humedad para que no pierda calidad.
Los retos para la exportación del café en Colombia
Aunque para los expertos el café sigue siendo un producto que mantendrá su relevancia en el mundo, también aseguran que hay que poner especial atención a cuatro puntos que deben avanzar en el sector:
1- Renovación cafetera
Para el presidente de Analdex, hay que seguir desarrollando todo el tema de renovación cafetera “porque los cafetales viejos empiezan a decrecer y si se quiere mantener la producción los sembrados deben estar renovados. Es un proyecto que cuesta, pero hay que hacerlo”.
De acuerdo con la Federación, la edad promedio de un cafetal en la actualidad es 6,3 años. Como ha comunicado recientemente, se está intentando renovar cerca del 10 % cada año, aunque el ideal sería 20 %; y la meta son 84.000 hectáreas intervenidas.
El precio de la renovación es de alrededor de $70.000 millones, es decir, 10 % del parque cafetero. Hasta el momento la agremiación ha cubierto el tema con recursos propios, pero también se busca una articulación con el Gobierno en este sentido.
2- Contratos futuros
Juan Gonzalo Botero, exviceministro de Agricultura de Colombia, comentó que “en el pasado hubo incumplimiento de los contratos a futuro porque se pactaron en su momento unos precios inferiores a los que había en ese momento y los productores salieron a vender ese café, incumpliendo los contratos”.
Eso, agrega, sin lugar a duda va a ser un problema porque la operación va a tener que suspender ese tipo de contratación a futuro.
De hecho, fuentes han mencionado que lo que sucedió con los contratos futuros no solo afectó a varias cooperativas que ya tenían ventas altas de futuros, sino que dicho inconveniente pudo haber causado un roto de hasta USD 100 millones.
3- Sostenibilidad y exigencias internacionales
De acuerdo con Botero, “la Unión Europea, con el Pacto Verde y con la estrategia ‘De La Granja a la Mesa’, busca generar una situación de cambio de producción hacia una producción más sostenible en América Latina, un hecho que seguramente va a traer complicaciones mientras el país se acomoda a esas nuevas condiciones de producción”.
Los requerimientos del organismo internacional tienen reglamentos que incluso piden que las zonas donde se cultiva no hayan tenido actividades de deforestación. Y para probarlo, los países tendrán un plazo de 18 meses.
“Se va a requerir muy seguramente de la georreferenciación de cada finca, y todo un proceso administrativo de cierta complejidad dentro de la cadena del café para poder aportar las pruebas necesarias, junto con el apoyo de las entidades estatales que puedan entregar información satelital, imágenes u otras pruebas que demuestren la ausencia de deforestación en cada predio”, finalizó la directora de investigaciones económicas de Bancolombia.