Además de las polémicas explicaciones dadas por el ministro del Interior que apuntaban a que lo ocurrido con uniformados y civiles no fue un secuestro, se conoció que el Gobierno Nacional solicitó a la Fuerza de Tarea Conjunta Omega suspender acciones militares en la zona donde se presentaron los violentos eventos.
En su más reciente columna de opinión publicada en el periódico El Tiempo, el director de Noticas RCN, Jose Manuel Acevedo, dejó ver su malestar por la forma cómo el Gobierno Nacional, conociendo la situación que se estaba presentando en San Vicente del Caguán, dejó que escalara hasta a casi destrucción total de las instalaciones de la petrolera china Emerald Energy, mientras utilizaba calificativos que distan mucho de la realidad y la problemática que allí vivían trabajadores y miembros de la Fuerza Pública.
“[…] El ministro del Interior reconoció, en una intervención en la Universidad Externado, que estaba ocurriendo un evento de protesta social en Caquetá y calificó los mecanismos de ‘autoprotección’ de la recién constituida guardia campesina, como ‘maravillosos’ y ‘hermosos’, sabiendo que ya para ese momento, una flota de camiones de la empresa Emerald Energy estaba inmovilizada, que la multinacional había detenido operaciones por causa de los bloqueos y que los gestos de violencia e intimidación contra sus empleados eran notorios”, se lee en uno de los apartes de la pieza periodística.
Acevedo aseguró que para colmo de males y como prueba de la indiferencia del Gobierno Nacional, varios medios de comunicación habían dado cuenta de los enfrentamientos por lo menos durante 40 días, del mismo modo, recuerda que no fue una protesta pacífica ni convencional, sino que fueron hechos vandálicos sostenidos que terminaron en el asesinato de un miembro de la Policía Nacional y el secuestro de más de 70 personas entre uniformados y civiles.
“Que no se nos olvide: más de 70 personas, incluidos civiles, pero sobre todo miembros de la Policía Nacional fueron secuestrados por horas, humillados, golpeados, obligados a hacer sus necesidades en un balde compartido y uno de esos policías terminó asesinado”, dijo José Manuel Acevedo.
Más adelante, explicó que a este Gobierno parece importarle más la defensa de los intereses y la complacencia de organizaciones que rayan en lo delictivo que la vida y honra de ciudadanos de bien y miembros de la Fuerza Pública. “El subintendente Ricardo Monroy, oriundo de Boyacá, era un campesino de padres campesinos y familia campesina, lo mismo que el otro fallecido trágicamente en estos hechos: don Reinel Arévalo. A quienes mataron eran parte de los suyos, pero eso no importó porque pareciera que, en este país, cada día importan menos las vidas de los soldados y de los policías”, detalla el columnista.
También hizo un reclamo al ministro del Interior, Alfonso Prada, por las explicaciones que dio luego de que se hicieran públicos los videos donde los uniformados y civiles eran obligados a subir a un camión que los llevaría a un lugar indeterminado de la espesa selva, recordando las tomas guerrilleras perpetradas por la guerrilla de las Farc en los peores años del conflicto armado colombiano.
“No, señor ministro: ni cerco, porque lo que hubo fue un secuestro, ni humanitario, porque no se puede ultrajar más a un ser humano como lo hicieron en San Vicente del Caguán, la semana pasada. ¡No fue un ‘cerco humanitario’!, doctor Prada y su aclaración resulta todavía más insultante”, recalcó.
Sobre el particular, se conoció recientemente un radiograma donde se le ordenó a la Fuerza de Tarea Conjunta Omega del Ejército Nacional no ejecutar acciones militares en zonas donde se presume pueden estar varios grupos armados con los que el Gobierno Nacional ha iniciado diálogos con el fin de consolidar lo que el presidente Petro ha llamado ‘Paz Total’.
“Cada comandante en todos los niveles deberá impartir órdenes en cuanto a suspender acciones ofensivas y evitar incidentes armados entre las Fuerzas Militares y los grupos previamente descritos (Estado Mayor Central Farc-EP, Coordinadora Guerrillera del Pacífico Farc-EP- Segunda Marquetalia, Autodefensas Gaitanistas de Colombia – (AGC) y las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada-(ACSN) y verificar que las órdenes lleguen a todos los niveles de las cadenas de mando”, dice uno de los apartes de la comunicación.
Importante mencionar en este punto, que la Fuerza de Tarea Conjunta Omega es uno de los grupos de acción más grandes e importantes del Ejército dada el área y los departamentos que cobija con sus operaciones: Meta, Guaviare y Caquetá, zonas de indiscutible control guerrillero tanto en el pasado como en el presente y donde se presentaron los hechos que al país hoy lamenta por falta de apoyo al grupo de Policías que intentó recuperar el orden público en inmediaciones de la multinacional petrolera Emerald Energy.
Finalmente, Acevedo, quien es abogado de profesión, solicitó que se dejen de lado los discursos maniqueos y que se actué con el rigor legal que esta situación amerita, para evitar que hechos de este tipo se propague por toda Colombia. “A este país le tienen que quedar lecciones profundas frente a lo que ocurrió y, a quienes cometieron esos delitos les debe ser aplicada la ley con todo rigor. Cualquier otra interpretación desconoce el valor de la vida y desmoraliza a quienes están encargados de cuidarnos a todos. ¡No fue un ‘cerco humanitario’!”, apremió el director de Noticias RCN.