Bancada Parlamentaria pide batallón de alta montaña para frenar a disidencias en el occidente del Huila

Los congresistas manifestaron la necesidad urgente de tomar medidas que garanticen la protección de la vida y la seguridad de los ciudadanos, así como la recuperación del control territorial en esta zona estratégica del suroccidente colombiano.

La creciente amenaza de las disidencias de las Farc en el occidente del Huila, específicamente del bloque central Isaías Pardo, comandado por alias Iván Mordisco, llevó a los congresistas huilenses a solicitar la creación de un batallón de alta montaña para la región.

Para los parlamentarios esta es una medida esencial para contener la violencia que ha afectado a la comunidad con asesinatos, secuestros, reclutamiento de menores y extorsiones.

“La grave situación de seguridad en el departamento del Huila nos indica que se debe pasar del diagnóstico a la acción”, manifestó el senador Carlos Julio González.

En una carta dirigida al ministro de Defensa, Iván Velásquez Gómez, y al comandante del Ejército, Luis Emilio Cardozo Santamaría, el senador Carlos Julio González y los representantes a la Cámara, Julio César Triana, Flora Perdomo, Leyla Rincon y Luz Pastrana, solicitaron la creación del Batallón de Alta Montaña Número 11 en el occidente del departamento del Huila.

«La instalación de esta unidad militar permitiría frenar el accionar de las organizaciones criminales en esta área», señalaron.

Los congresistas huilenses destacan que la creación de un batallón de alta montaña similar al Batallón Número 9, instalado en 2013 en Algeciras, podría ser una solución efectiva. Este batallón ha sido clave para contener la acción de la extinta columna móvil Teófilo Forero de las Farc en la región limítrofe con el Caquetá.

«El Batallón de Alta Montaña ha demostrado ser un modelo exitoso en el Huila y puede ser replicado en el occidente del departamento para enfrentar la crisis de inseguridad», afirmaron los dirigentes.

La instalación de este batallón, argumentan, podría garantizar la seguridad de la población y devolver la tranquilidad a una región que ha vivido un año de zozobra y violencia.

Un año marcado por la violencia

Durante 2024, los frentes Ismael Ruiz y Hernando González Acosta han sembrado el terror en los municipios de Nátaga, Tesalia, La Plata y La Argentina. Estos grupos han llevado a cabo asesinatos, como el de Rubén Darío Castro y su esposa Adela Chirlo Pardo en febrero, así como el de Sandra Lorena Anacona, líder indígena del resguardo Canoas, en mayo indicó el periódico La Nación.

La violencia no se ha limitado a los homicidios. El secuestro ha sido otro de los flagelos que azotan a la región, con casos como el de Álvaro Losada en agosto y el de Ángela Valentina Gómez Campos, joven comerciante secuestrada en septiembre y liberada un mes después.

Las autoridades también han reportado casos de reclutamiento de menores. En septiembre, cuatro niñas fueron captadas por estos grupos armados, de las cuales una fue rescatada en Popayán gracias a la acción oportuna de las autoridades.