Autonomía indígena no puede justificar violaciones a derechos de menores: Defensoría del Pueblo

Desde la entidad aseguraron que la agresión a una niña indígena refleja la cara más desagradable de un problema que a nivel nacional afectó a 115.374 menores entre 2019 y 2024. Iris Marín levantó la voz en defensa de los niños, niñas y adolescentes.

A través de sus canales oficiales de información, la Defensoría del Pueblo confirmó que caracterizó como violencia estructural el caso de maltrato contra una menor indígena en Risaralda, cuyas imágenes circularon en redes sociales, y advirtió que este tipo de agresiones constituyen un patrón sistemático en el país.

La jefe de la entidad, Iris Marín Ortiz señaló que la institución mantiene seguimiento del caso en coordinación con el ICBF, confirmando que la víctima recibe atención médica especializada y se encuentra fuera de peligro. Las investigaciones establecieron que el maltrato ocurrió dentro del núcleo familiar y no involucró a autoridades indígenas tradicionales.

En ese sentido, la funcionaria precisó que “esto no mitiga la gravedad del hecho ni debe servir como excusa para justificar o minimizar lo ocurrido. Este hecho nos obliga a ser claras. La autonomía y la administración de justicia propia de los pueblos indígenas no pueden ser utilizados para amparar violaciones a los derechos fundamentales de las niñas, los niños y los adolescentes” y a renglón seguido señaló de manera vehemente: “ninguna tradición, costumbre o práctica cultural puede estar por encima del interés superior de la niñez”.

Las estadísticas oficiales respaldan la magnitud del problema puesto de presente por Marín, más aún con la exacerbación del conflicto en algunas zonas con poca o nula presencia estatal. El Instituto de Medicina Legal registró más de 115.000 exámenes por presuntos delitos contra menores en los últimos cinco años.

Estos datos, según varios expertos que han comentado sobre el particular, revelan que cuatro de cada diez víctimas tienen entre 10 y 13 años, mientras que una de cada ocho pertenece a comunidades étnicas.

El análisis de los casos concretos muestra patrones preocupantes: la mitad de las agresiones son perpetradas por familiares y ocho de cada diez ocurren en el hogar. Adicionalmente, se documentaron más de 42.000 casos de violencia intrafamiliar contra menores, donde las niñas representan el 52% de las víctimas.

Finalmente, la defensora invitó a “rechazar de manera contundente los discursos racistas, de discriminación étnica, clasistas y colonialistas que han circulado en las redes sociales y que utilizan este dolor para despreciar y deshumanizar a todo un pueblo, a una comunidad étnica. No se puede luchar contra el machismo y la violencia de género desde el racismo. No se puede proteger a una niña violentada desprestigiando a la cultura a la que pertenece”.